Carta abierta de AIKE sobre las Ferias y Fiestas de Guadalajara

Tras el pregón oficial, este año a cargo de Dani Marco, se dan por iniciadas las Ferias y Fiestas de Guadalajara. Días para salir, quedar, encontrarse y disfrutar. Tras dos años de parón vuelven con muchas cosas que permanecen como siempre y otras, como la ubicación de feriantes y peñas, cambiadas de lugar. Tristemente desde hace tiempo las cuestiones relacionadas con las Ferias y Fiestas en nuestra ciudad arrastran polémicas y desencuentros, usándose como arma arrojadiza en el debate político e intentando que sean una carta mágica que dé grandes réditos electorales.

Sin embargo, hay otros muchos asuntos en la ciudad que precisan nuestra atención pero que no despiertan tanto debate, titulares, interés ni, especialmente, recursos municipales. Sin duda, las Ferias y Fiestas son importantes, pero ¿son lo único importante en la gestión de la ciudad? Los quebraderos de cabeza de las Fiestas derivan principalmente de una falta de infraestructuras acorde con una ciudad del tamaño y la población de Guadalajara, falta de planificación e inversión. Algo que no es un problema exclusivo de Ferias, nos faltan servicios e infraestructuras que poblaciones cercanas mucho más pequeñas han ido generando sin tantos dimes y diretes.

Igual nos lo deberíamos hacer mirar, ¿qué nos pasa con las Ferias? ¿Por qué nos lamentamos tanto si son días de fiesta y celebración? ¿No somos capaces como ciudad de resolver los problemas concretos de espacios, ubicaciones, limpieza, ruidos o fechas?

Somos capaces seguro, solo hay que restar ruido, dejar de verlas como una baza electoral, como momento de lucimiento del equipo que en ese momento gobierna y empezar a tratarlas como patrimonio colectivo de la ciudad, días imprescindibles en el calendario para grandes, pequeños, peñistas, personas que vienen de fuera, hosteleros, vecinas y vecinos de toda condición, edad y nacionalidad.

En Aike lo tenemos claro, los días que vienen son para compartir, abrazarnos, bailar y disfrutar sin complejos ni lamentos. Después habrá tiempo para contrastar cómo han salido, cuánto han costado (dato objetivo y muy importante en la valoración), para analizar cómo le ha ido a la ciudad y su gente. Ampliar, reducir, mantener o consolidar, buscando el mayor de los consensos, sin necesidad de mesías ni personalismos, trabajando desde el diálogo, la escucha y el bien común.

A Guadalajara hay que quererla, a sus Ferias y Fiestas también. ¡A disfrutarlas! ¡Viva Guadalajara!




Susana Martínez Martínez y Jorge Riendas