El 64% de los españoles apoya el ingreso en residencias para enfermos avanzados de Alzheimer

Con motivo del Día Mundial del Alzheimer, Sanitas Mayores ha presentado el Estudio Sanitas titulado ‘El Alzheimer en España: percepción social sobre la enfermedad y los cuidadores’. Este estudio revela que el 74,2% de los cuidadores experimenta agotamiento físico extremo, mientras que un 70,5% sufre tristeza o depresión, y un 69,7%% enfrenta estrés a largo plazo.

Además, el 72,2%% de los encuestados considera que la atención profesional puede mejorar el estado cognitivo de las personas con Alzheimer. Un 48,4%% opina que esta atención puede frenar el avance de la enfermedad. Sin embargo, un alarmante 90,5%% de los participantes señala que hay una falta de información adecuada para los cuidadores.

Análisis de la situación actual

El Alzheimer no solo impacta a quienes lo padecen; también transforma radicalmente la vida de sus familiares. A medida que la enfermedad avanza, las necesidades de cuidado se vuelven más complejas. En este contexto, más del 64%% de los españoles considera necesario el ingreso en una residencia especializada en fases avanzadas de la enfermedad. Por otro lado, un 32,6%% opina que los cuidados deben proporcionarse desde el hogar.

A pesar de estas opiniones mayoritarias, solo un 3,2%% cree que es responsabilidad exclusiva de la familia brindar estos cuidados. La mayoría reconoce que ingresar a una persona en una residencia tiene efectos positivos tanto para el cuidador (un 91,5%% así lo afirma) como para el paciente (un 87,4%% comparte esta visión).

Consecuencias del cuidado prolongado

No obstante, las consecuencias emocionales y físicas del cuidado son significativas. Según Miryam Piqueras, directora de Gobierno Clínico de Sanitas Mayores: “Cuidar a una persona con Alzheimer implica una exigencia constante que a menudo supera los recursos disponibles en una familia”. Esto subraya la importancia del ingreso en centros especializados como una medida protectora para todos los involucrados.

A pesar del reconocimiento generalizado sobre los beneficios del cuidado profesionalizado, persisten barreras emocionales. El estudio indica que el miedo a perder contacto con el entorno (un 63,5%%), la culpa (un 44%%), y la percepción de abandono (un 42,5%%) son obstáculos significativos en la toma de decisiones sobre el cuidado.

Tecnología como apoyo

A medida que se busca mantener el vínculo familiar con las personas afectadas por Alzheimer, la tecnología juega un papel crucial. El estudio revela que un 43%% utiliza aplicaciones informativas y un 36,4%% recurre a dispositivos inteligentes como Alexa para facilitar la comunicación y el acompañamiento.

A la hora de elegir un centro especializado o un cuidador profesional, los españoles valoran especialmente la atención cercana y humana (84,8%%). Además, más del 66%% espera que ingresar a una residencia reduzca el estrés familiar y mejore su bienestar emocional.

Necesidades formativas y recursos

Miryam Piqueras enfatiza: “No basta con ofrecer plazas en residencias; es vital proporcionar herramientas y apoyo psicológico a las familias”. Entre los beneficios más valorados del cuidado personalizado están la atención médica profesionalizada (82,4%%), vigilancia constante (81,8%%), ejercicios adaptados (63,6%%), seguridad médica (61,6%%), y alimentación adaptada (51,9%%).

Casi todos los encuestados (un 90,5%) creen que hay escasez de información para cuidadores. Casi la mitad (un 48,4%) sostiene que dicha información está destinada exclusivamente a profesionales. Las principales necesidades identificadas incluyen ayuda domiciliaria (74,1%) y residencias especializadas en Alzheimer (72,8%). También se destaca la necesidad de formación física y emocional para las familias (71,6%).

Sistemas asistenciales especializados

Sanitas Mayores gestiona residencias y centros de día con unidades especializadas en Alzheimer donde se implementan programas variados como estimulación cognitiva y terapia ocupacional. Su enfoque asistencial combina atención sanitaria y social centrada en personalizar el cuidado e involucrar a las familias durante todo el proceso.

Miryam Piqueras concluye: “Nuestro compromiso es garantizar que las personas con Alzheimer reciban atención profesional de calidad mientras sus familias se sientan respaldadas”. Esta declaración resalta la importancia del trato humano en cada etapa del proceso asistencial.

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