Aprendió a tocar la guitarra a los nueve años y desde entonces va con ella. Hasta hoy. Y ya han pasado varias décadas. No le fue difícil elegir que ese instrumento le acompañaría toda la vida. Que la música siempre estaría ahí, que no le abandonaría jamás. Aunque durante una época lo compatibilizó con la literatura. Con los viajes e idiomas. A los 12 años diría adiós a su Bogotá natal para convertirse en ciudadana del mundo. En Méjico pasó otra década larga. Nicaragua, Canadá, Italia, Turquía y Alemania forman parte de su acervo viajero. Hasta que el destino la trajo a España en los 90. Por culpa sobre todo de las referencias patrias en Latinoamérica. De Serrat y Aute, que escucharon la música que hacía hace veinte años. Cuando defendía canciones propias, hechas a pulso, con toda la pasión del mundo. Artesanales y con poesía. Mucha poesía. Ella es la cantautora colombiana Mariana Díaz, que este miércoles actúa en la biblioteca municipal de Valdeluz con motivo del Día Internacional de la Mujer junto a ‘Amaranta’, una formación musical con una apuesta original y arriesgada.
El Ayuntamiento de Yebes da visibilidad de esta forma a una jornada que “en ningún caso puede ser de celebración sino de reivindicación”. Aurora Herranz apela al “sentido práctico” de este día, en el que la sociedad tiene “fundadas razones” para reclamar el “papel igualitario” de las mujeres en una sociedad que “se resiste a asemejar derechos en materia laboral o de representación en los órganos decisorios de poder de empresas e instituciones”. La concejala de Bienestar Social e Igualdad asegura que “es vejatorio que en pleno siglo XXI siga existiendo la brecha salarial entre directivos de diferente sexo o que una de cada dos mujeres tenga una ocupación laboral sin garantías de derechos”, ejemplifica. Dice que hay “signos irrefutables” de que en nuestro país se siguen dando “pasos en falso y hacia atrás” en varias “lacras sociales”, como la violencia asesina de género, “una aberrante monstruosidad” que el año pasado se cobró la vida de 53 mujeres y que en este ya lleva veinte.
Mariana Díaz está en plena ebullición. En la década de los 80 grabó tres álbumes de música original y su último trabajo discográfico es ‘Bailarina de agua’, un repertorio de atmósferas cálidas e imágenes llenas de nostalgia marina. Multicultural, políglota y cosmopolita, no olvida aquellos sones con los que creció. De Violeta Parra, Chico Buarque, Ella Fitzgeral, Corinne Bailey Rae o Sheila Chandra. Para acabar desentrañando músicas y ritmos como el joropo venezolano, la zamacueca peruana o el malapé colombiano. Vive desde hace décadas en Horche, donde tuvo dos hijos, plantó tres árboles y dedicó horas y horas a la traducción. Y asegura que tocar con poca gente delante es lo más parecido a una interpretación teatral. “Es una adrenalina que no cambio por nada, que se siente siempre; de ahí que los más veteranos estemos enganchados al escenario”, dice la cantante colombiana afincada en La Alcarria. Y sueña. Sueña con un algo en común: conseguir un mundo mejor. Sin pobreza ni dolor. “Una utopía que no es fácil y que solo depende de nosotros. De dejarnos llevar por la juventud, que es la que nos reclama que cuidemos de este planeta para los que vienen”, defiende.
Con la suave y melodiosa voz de Mariana Díaz como telón de fondo, ‘Amaranta’ actuará este miércoles a partir de las seis de la tarde en la biblioteca municipal de Valdeluz. Después de cada canción, una poetisa se subirá al escenario para declamar en voz alta y clara.