Bodegas Altanza, de lo mejorcito de la Rioja Alta

Mires donde mires, hay vino, hay uva, hay viñedos, hay sobre todo cariño y amor a la tierra. A esta tierra, que conjuga a la perfección, la uva, la buena uva y el saber hacer de los de Altanza. De ese respeto, amor y cariño a la uva nace Bodegas Altanza. Bodegas Lealtanza, esa es su marca, su enseña, su divisa, su seña de identidad. Lealtad a las cosas bien hechas, lealtad a una tierra que, durante siglos, ha derrochado vino por todos sus derroteros. Lealtad y compromiso, un binomio perfecto entre la buena uva y el saber hacer. Un oficio, un saber hacer, que con paciencia y cariño ha conseguido unos caldos que bien pueden considerarse de los mejores de la Rioja Alta.

Esta bodega, situada en la población de Fuenmayor, está rodeada de viñedos de la variedad de tempranillo. Su privilegiada situación geoestratégica hace que
posea una de las tierras más fértiles de la Denominación de Origen Rioja Cuenta también con unas 70 hectáreas de olivares, de la variedad arbequina. Una oliva rústica, de afamada finura, que produce un aceite único que ha merecido también su DO protegida en 2004 como “Aceite de La Rioja”.

Bodegas Altanza ha sido distinguida con varios premios y distinciones, entre los que destaca, por mérito propio, la Medalla de Oro Bruselas concedida al Lealtanza Reserva de 2004.
Viñedos propios
Bodegas Altanza tiene en propiedad más de 320 hectáreas, dedicadas íntegramente al cultivo de sus viñedos. El mantenimiento de sus viñedos se hace siempre de una forma manual, huyendo de todos los productos químicos. Se mima, literalmente, la tierra. No se fertilizan los viñedos para que las producciones sean sostenibles y mantengan un buen grado alcohólico. Todos los cuidados que prodigan a sus caldos son pocos en esta bodega.

La orientación norte-sur de todos los viñedos de la propiedad hace que se aprovechen al máximo las bondades de este privilegiado clima, que es un regalo de los dioses para los amantes de los verdaderos buenos vinos.
Mi preferido
Cierto es que Bodegas Altanza ofrece una gran variedad de vinos, tintos y blancos. Abajo destaco alguno perteneciente a la colección Lealtanza Artistas Españoles Miró 2001. También cuentan en esta colección, el Dalí 2004 o el Gaudí 2005. Pero, personalmente, y sin comparación alguna, al que escribe estas líneas le gusta la madera, el tablón dirán algunos. Y después, de disfrutar de todos y cada uno de ellos, me quedo, sin ningún género de duda con el Altanza Reserva Especial 2001. Una gozada en boca, 24 meses en barrica de roble francés más otros 18 meses en botella, un 100% tempranillo. Con un perfecto equilibrio de aromas frutales y de taninos de la madera francesa. Con un postgusto largo e intenso. Recuerdo agradable y duradero. Terciopelo en el paladar.

Si cierro los ojos, cuando escribo estas líneas, todavía me viene a la nariz el retrogusto. Un vino pleno y elegante. En fin, una gozada.

Por Texto: Lord Charles Albert