Sobre mi nombramiento como nuevo Director del IES San Isidro de Azuqueca de Henares

En los últimos días se han dicho y escrito numerosas cosas sobre mi nombramiento como nuevo Director del IES San Isidro de Azuqueca de Henares. Me anima a escribir estas breves líneas el hecho de que ningún medio de comunicación, ningún sindicato, partido político, ni ninguna de las personas que han publicado en redes sociales cuestiones sobre esto se haya puesto en contacto conmigo para contrastar información alguna, a pesar de lo cual usan mi nombre y me asignan diversos adjetivos.

Soy profesor de Instituto de la especialidad de Geografía e Historia desde 1998, he estado todos estos cursos impartiendo docencia directa, salvo en el presente curso, en el cual hago las funciones de Asesor Técnico Docente del Servicio de Inspección Técnica en los Servicios Periféricos de Educación de Guadalajara. Es decir, ocupo un puesto técnico, que sólo puede desempeñar un funcionario y nunca he tenido cargo político alguno, porque ni siquiera pertenezco a ningún partido.

Tengo mi plaza desde hace siete años en el IES Arcipreste de Hita de Azuqueca de Henares, que como todo el mundo sabe está unido al IES San Isidro. Allí he estado impartiendo mis clases desde 2008. En ese centro he sido Jefe de Departamento, miembro del Consejo Escolar, Jefe de Estudios Adjunto y, durante tres meses, Director. Varios centenares de antiguos alumnos míos azudenses pueden acreditar que conozco bien la realidad de Azuqueca de Henares, incluyendo algunos que actualmente ocupan concejalías y que desde este próximo sábado tendrán funciones de gobierno municipal. En la provincia de Guadalajara son más de mil los alumnos que pueden hablar de mi trabajo. Muchos de ellos pueden dar fe de como he estado impartiéndoles clase por la tarde cuando se ha podido hacer o quedándome una hora más para los que necesitaban recuperar. Mi obligación ha sido y será siempre lo mejor para los alumnos.

Cuando acepté el cargo de Director del IES San Isidro lo hice porque el Servicio de Inspección había establecido que este puesto estaba vacante, debido a que no se presentó ninguna solicitud correctamente y, posteriormente, tampoco se subsanó este defecto aun cuando las personas interesadas fueron advertidas. El nombramiento que recibo se hace conforme a la normativa vigente y con el visto bueno del Servicio de Inspección educativa, al igual que ha sucedido decenas de veces en cada curso escolar. Este año han sido siete los nombramientos para centros donde no existía ninguna candidatura válida. Si hubiera habido la más mínima irregularidad en mi nombramiento, en ningún caso lo hubiera aceptado. Los que me conocen saben que siempre he cumplido escrupulosamente con la ley y respetado las decisiones de la administración, incluso cuando no me han gustado. Pero soy un funcionario público y mi deber es cumplir y hacer cumplir las normas.

Quiero dar las gracias a todas las personas que en estos días me han manifestado su apoyo, y que son muchas, tanto antiguos alumnos míos de Azuqueca y Guadalajara como profesores y directores y muchas viejas y nuevas amistades. Mi agradecimiento es mayor cuando sé que se ha manipulado el asunto para hacer creer a la gente que se me nombra por razones políticas, cuando sucede justo lo opuesto. Son quienes han organizado esta campaña quienes han actuado por motivaciones políticas y me han cogido a mí como una diana útil porque no tengo partido político que me respalde y debían confiar en mi silencio. Siento decepcionarles. No pienso callar cuando se pone en cuestión mi labor profesional y mi capacidad para el desempeño de las funciones que la administración quiera encomendarme. Quiero también dar las gracias a la coordinadora provincial de Educación, Violeta Miguel, quien ha confiado en mí para un puesto tan importante como la dirección de un centro. Ella ha desempeñado su función en los años más difíciles para la educación desde que yo ejerzo como docente, por la escasez de medios y la necesidad de distribuirlos.

Desde que me destinaron a Azuqueca he ido caminando por sus calles desde la estación de tren hasta el Instituto, pasando cada día por delante del IES San Isidro para ir al IES Arcipreste. El año que viene recuperaré esa rutina. Ser Director es un complemento y algo que tiene que ser temporal, ya que mi trabajo es ser profesor, y mi principal objetivo, lo mejor siempre para los alumnos.

Javier Ordaz