Cospedal no ha querido perderse la conmemoración del 50 aniversario de la Romería a Barbatona

La presidenta de Castilla-La Mancha ha afirmado que respetar nuestras tradiciones, y en el caso de hoy, “poder venir a Barbatona a pedirle a la Virgen que nos dé salud a todos, forma parte de nuestra historia, nuestra cultura y de lo que somos, incluso para aquellas personas que no son creyentes”, a quienes les gusta participar en este tipo de acontecimientos.

Cospedal ha participado hoy en la Romería y posterior Misa Solemne en honor a Nuestra Señora de la Salud, que este año celebra su 50 aniversario, donde ha señalado que “hoy es un día muy especial para Barbatona, Sigüenza, Guadalajara y toda Castilla-La Mancha”.

En este sentido, ha constatado que la Romería de la Nuestra Señora de la Salud de Barbatona “tiene mucha tradición en esta tierra,” a lo que ha añadido que “merece la pena visitarla solo por el paraje maravilloso en el que nos encontramos”.

“Todo el municipio de Sigüenza es una preciosidad, uno de nuestros referentes culturales, patrimoniales e históricos más importantes. Y este medio ambiente forma parte también de nuestro patrimonio”, ha enfatizado.

La Eucaristía ha sido oficiada por el Nuncio Apostólico en España, Renzo Fratini, con la presencia del Obispo de la Diócesis Sigüenza-Guadalajara, Monseñor Atilano Rodríguez, y el Arzobispo de Sevilla, Monseñor Juan José Asenjo.

El nuncio del Vaticano, Renzo Fratini, ha presidido este domingo, 10 de mayo, la Marcha Diocesana a Barbatona, la tradicional romería que discurre entre Sigüenza y el Santuario de la Virgen de la Salud situado en la pedanía de Barbatona, que este año cumple su primer cincuentenario.

Fratini ha sido invitado a participar por el obispo de Sigüenza-Guadalajara, que ha acompañado al nuncio apostólico en esta marcha, que ha sido declarada por la Diputación Provincial de Guadalajara como "Fiesta de Interés Turístico Provincial".

Los tres han presidido el recorrido y la eucaristía que se ha celebrado en la explanada del pinar de Barbatona, a las 11:00 horas.

La primera marcha se celebró el 9 de mayo de 1965, en el segundo domingo del mes, en acción de gracias por la proclamación de la Virgen como "Madre de la Iglesia" por el papa Pablo VI en el Concilio Vaticano II.