Una enferma de cáncer cerebral se quita la vida tal como había anunciado

Su defunción fue confirmada este domingo por una portavoz oficial de la organización Compassion and Choice, Sean Crowley.

La organización, que busca expander el derecho a una muerte digna publicó un obituario de Maynard en su página de Internet. La joven murió el sábado, como prometió, y la noticia se conoció este domingo. La defunción se ha producido en el estado de Oregón, donde ella y su marido se trasladaron a residir desde California, debido a que en este último estado las leyes son totalmente restrictivas.

“Como ella deseaba, ha muerto en paz en su habitación, rodeada de sus seres queridos”, añadió la citada portavoz. Cada vez sufría dolores más terribles, reiteró, y ella ha preferido acortar el sufrimiento, para ella y los suyos.

"Pienso celebrar el cumpleaños de mi esposo el 26 de octubre, con él y nuestra familia. A menos que mi condición mejore drásticamente, moriré poco después". Se marcó la fecha del 1 de noviembre. Así se expresó en un artículo en la web de la CNN.

Gracias a este texto y a sus post colgados en su página de internet, su asunto se convirtió en viral en las redes sociales. Brittany explico sus planes de acabar con su existencia "cuando el dolor sea enorme". En Oregón, al norte de California, existen leyes que facilitan algo similar a la eutanasia en determinadas situaciones.

Aseguró que ya había logrado el acceso a los fármacos letales. Tras meses de sufrir dolores de cabeza, a Brittany le diagnosticaron un cáncer cerebral el pasado 1 de enero. Hacía algo más de un año que había contraído matrimonio con Dan Diaz y estaban tratando de tener hijos. La sometieron a cirugía.

En abril supo que el tumor había vuelto, y más agresivo. Le dieron seis meses, y le recetaron radiación. "Tras meses de investigación, mi familia y yo llegamos a una conclusión desgarradora: no hay tratamiento disponible que pueda salvar mi vida", sostuvo. Brittany consideró morir bajo cuidados paliativos en su casa de San Francisco. Pero pasaría un dolor terrible o sufrir pérdidas cognitivas, además de causar un daño tremendo a sus seres queridos.

Decidió que su solución pasaba por una muerte digna, como la que le ofrece Oregón.

La ley de muerte digna de Oregón entró en vigor en 1997. Desde entonces hasta enero de este año, casi 1.200 personas han recibido los medicamentos para quitarse la vida. De ellas, los han utilizado más de 750. La edad media de estos pacientes es de 71 años, según las cifras oficiales, y la causa más comúnmente citada para solicitar el suicidio asistido es la pérdida de autonomía personal.