Economía real vs. Mundo financiero

Volviendo al tema principal, se critica la especulación financiera, y se dice que una parte de la crisis es suya. La crisis ha venido en buena medida del sector financiero, y este, en principio, debe ser simplemente un instrumento para la economía real. Concluyen que las finanzas se deben regular para evitar la especulación, y definen la especulación como aquellas operaciones financieras que se llevan a cabo con el único sentido de ganar dinero, sin tener ninguna operación económica detrás.

Veamos, por ejemplo, el mercado de divisas, en el que se intercambian monedas (euros, dólares USA, yen japonés, franco suizo, etc.). Este mercado mueve una cantidad cercana a los 5 billones de dólares diarios (5 trillones en terminología inglesa). Si comparamos esta cifra con el PIB mundial que asciende a aproximadamente unos 70 billones de dólares, nos sale que hacen falta sólo 14 días para que en este mercado se contrate el PIB mundial.

Dicho de otra manera, en un mes se contrata el equivalente a dos veces el PIB mundial, o en un año se contrata más de 25 veces el PIB mundial.

En sentido estricto, las divisas necesarias para que la economía mundial funcione serían las necesarias para poder pagar los intercambios de bienes y servicios entre países que tengan una moneda diferente, lo que representa una cifra muy inferior al 50% del PIB de cada país de media.

Bastaría con que a lo largo de todo un año hubiese contratos de divisas por un importe muy inferior al PIB mundial para cubrir las operaciones económicas reales, incluso incluyendo las operaciones de cobertura para evitar el riesgo de tipo de cambio. El resto de contratos de divisas no tiene detrás ninguna operación económica real. Son, para que nos entendamos, simplemente especulación.

Si nos vamos a otros mercados, por ejemplo el de derivados, las cifras son similares. Sólo una pequeña parte de las operaciones están relacionadas con una realidad económica. El resto es simplemente especulación.

La especulación en sí no es mala. Da profundidad al mercado sirviendo encontrar una contraparte que cubra mis necesidades. Pero como otras muchas cosas, en su justa medida. Y las cifras anteriores dan muestra de que sobrepasan con mucho cualquier “justa medida” que se quiera considerar. Otra cosa es cómo se pueden evitar, porque poner puertas al campo es difícil. Pero se debe intentar.