La Columna de Economía de Arturo García
España, ¿la nueva Alemania?
@arturogarciaal
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
Hay noticias contradictorias. Para unos, el broteverdismo está en alza. Todo son noticias positivas. Entre ellos, me llama la atención un titular que vi hace unos días: “España, ¡la nueva Alemania!”. Je, je … dejen que me ría. Ni contando con la exageración permisible que se puede incluir en un titular con el objetivo de captar lectores es posible llegar a tanto. SIGUE
Por otro lado, se encuentran los escépticos, los que creen que seguimos mal y no se creen las buenas noticias. Hay tantos de éstos como de aquéllos. Entre estos últimos, los hay que explican su incredulidad citando apaños en la composición del PIB y demostrando tendencias negativas en varios indicadores económicos.
No es posible dar la razón a unos o a otros. La economía se va haciendo conforme se avanza, y hay tantos factores que influyen en ella, incluso subjetivos, que no es posible decir que el futuro será positivo o negativo. Hay indicadores positivos, y otros siguen siendo tan negativos que dan miedo. Pero venimos de unos años en los que sólo había noticias negativas, por lo que la alternancia de noticias positivas y negativas debe ser mirada con alegría.
Y ahora vamos a lo práctico, que es lo relevante en nuestras vidas. Esto de hablar y explicar las causas, las tendencias, y los posibles escenarios futuros está muy bien, pero es irrelevante para lo que hay que hacer. Cuando uno se está ahogando, lo que tiene que hacer es patalear para seguir a flote, e intentar nadar en dirección a tierra firme. Hablar de las causas y las previsiones le tocará las narices.
Pase lo que pase, y teniendo en cuenta que no tenemos política económica (o sea, moneda propia), competimos a pecho descubierto con todos nuestros socios de la Eurozona. Cada vez que Alemania incluye un avance tecnológico en sus fábricas, cada vez que su inflación es inferior a la española, cada vez que sus salarios se moderan o incluso bajan por no estar referenciados a la inflación, sus empresas son más eficientes que las nuestras. Y cada vez que esto pasa, sus empresas crecen y contratan a más trabajadores, y nuestras empresas pierden cuota de mercado y envían a sus empleados al paro. Antes la peseta se iba devaluando, y manteníamos nuestra competitividad internacional. Ahora no podemos. Es como los trapecistas sin red. Si fallan, se matan.
Debemos competir y nuestra vida va en ello en pie de igualdad con los alemanes. Debemos innovar tanto como ellos. Debemos moderar la inflación. Nuestros salarios deben reducirse. Y cada vez que hagamos esto, crearemos empleo aquí y se destruirá en Alemania. Y esto con independencia de si hay más indicadores positivos que negativos o al revés. Esto es lo que hay que hacer, y punto. No es un juego de suma cero, pero esto se tratará en la siguiente columna.
@arturogarciaal