El PSOE y Sumar pierden 3,4 millones de votos mientras el PP y Vox se consolidan por encima de los 200 escaños
Sondeo de NC Report para LA RAZÓN
Por
REDACCION
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redaccionguadanewses/9/9/19
lunes 06 de octubre de 2025, 08:12h
Si hoy se celebrasen los comicios, el PP de Alberto Núñez Feijóo obtendría el 34,4% de los votos y entre 150 y 152 escaños, según la encuesta. El PSOE, en cambio, caería al 26,6% del voto y lograría entre 106 y 108 escaños. En ambos casos, se trata de una diferencia de entre 13 y 15 diputados con respecto al 23-J, hacia arriba para los populares y a la baja para los socialistas.
Vox quedaría consolidado indudablemente como tercera fuerza política gracias a un crecimiento enorme: sacaría el 16,1% de los votos, que se traduciría en entre 53 y 55 diputados. En cualquier escenario de la horquilla, el partido de Santiago Abascal estaría ahora superando su mejor resultado histórico, el de la repetición electoral de 2019, cuando sentó a 52 diputados en el Congreso. Actualmente tiene 33, así que sería una crecida de entre 20 o 22.
Con estos resultados, Feijóo podría llegar a ser investido presidente del Gobierno de manera holgada con el apoyo de Abascal. Juntos, sumarían 203 escaños en la previsión menos optimista para ellos y no necesitarían el apoyo de otras fuerzas nacionalistas, como el PNV o Junts, que no casan bien con Vox y con las que el PP no pasa por su mejor momento (especialmente con los vascos).
La izquierda, en cambio, no tiene margen para el optimismo. Sumar, sin contar con Podemos, sacaría ahora un 4,8% de los votos, que se traducirían en 7 u 8 escaños. Pero concurriendo por separado, el partido morado tampoco tiene mejores previsiones: obtendrían el 4,6% y entre 3 o 4 escaños. Esto significa que la coalición liderada por Yolanda Díaz perdería entre 23 y 24 escaños en comparación con el 23-J y Podemos ni siquiera mejoraría sus resultados de las elecciones anteriores (tuvo 5 diputados).
Sangría de votos
Persona a persona, estos porcentajes significan que PSOE y Sumar perderían 3,4 millones de votos con respecto al 23-J. Si se incluyera a Podemos, el golpe sería menor pero igualmente grande: perderían 2,2 millones. Y si se mete a todas las fuerzas de izquierda en el Congreso, la izquierda se dejaría hoy en unas elecciones generales a 2,3 millones de votantes.
Este escenario no es nada bueno para el Gobierno, que desde septiembre ha estado llevando el foco político a cuestiones que, en teoría, deberían haber servido para movilizar al electorado de izquierdas. Por ejemplo, con el asunto de Palestina, con Sánchez anunciando medidas contra Israel, presentando un embargo de armas, animando a las protestas contra La Vuelta o poniendo un buque de la Armada a disposición de la Flotilla propalestina. También con el anuncio de intentar blindar el aborto en la Constitución, tras el error de cálculo del PP al aceptar una iniciativa de Vox en el Ayuntamiento de Madrid.
Pero estas medidas no calan. Por un lado, la izquierda ha criticado muchos de los impulsos de Sánchez respecto a Palestina. No hay unidad. Lo muestra el embargo, que para los socios es insuficiente y se debatirá en el Congreso cuando ya está en marcha un proceso de paz. Pero, por otro, porque siguen saliendo escándalos de corrupción que no animan a los votantes de izquierdas a ir corriendo a las urnas.
Según el sondeo de NC Report, el 11,5% de los votantes del PSOE se iría ahora hacia la abstención. Es una cifra muy elevada y a la que hay que añadir que el 9,4% votaría al PP. La única lectura positiva es que Sánchez puede intentar recuperar a esos desmovilizados con una estrategia similar a la del 23-J, cuando la campaña se hizo mientras PP y Vox pactaban en las autonomías.
Gran parte de esa desmovilización socialista proviene, según apuntan prácticamente todos los sondeos, del electorado femenino. Una explicación lógica sería que los distintos escándalos de corrupción que están azotando al partido, en los que no dejan de surgir polémicas en torno a la prostitución, están lastrando ese voto de las mujeres que tradicionalmente tanto ha ayudado al PSOE. Es por eso que el Gobierno está anunciando medidas como que quiere abolir la prostitución o incluir el aborto en la Constitución. No tiene los apoyos necesarios para ninguna de las dos, pero generará un debate ideológico en el que espera salir bien parado y movilizar a los suyos.
Pero mucho tiene que movilizar, porque en el caso de Sumar, el 14,3% de los votantes se abstendría ahora. La coalición de Yolanda Díaz sólo recibiría el 30,7% de los votos que obtuvo en las anteriores elecciones. La transferencia más elevada se produce hacia Podemos, el 29,9% de los votantes de Sumar el 23-J cogerían ahora la papeleta morada. Si fueran juntos, apenas llegarían al 60% de fidelidad, que sigue siendo un porcentaje muy bajo. Ahí el PSOE tendrá un problema, porque deberá hacer un equilibrio difícil entre robar a los partidos a su izquierda para poder crecer, pero no ahogarlos demasiado como para no poder apoyarse en ellos. Ahora, los socialistas le roban el 19,8% del voto a Sumar.