“Ante la ineficacia de las medidas adoptadas hasta ahora”, Unión de Uniones se ha dirigido por escrito a la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha proponiendo 13 medidas que deberían adoptarse para tratar de reconducir la plaga de conejos y especies de caza mayor que sufre la agricultura de la región y que está provocando “gravísimos perjuicios económicos a los agricultores y ganaderos”.
Desde el punto de vista de la organización “el fracaso de las medidas adoptadas hasta ahora parte del enfoque equivocado de querer abordar el problema exclusivamente desde de la normativa de caza y conservacionista, cuando debería tratarse como una lucha contra plagas”.
En su escrito la organización empieza por reclamar que se mejoren los instrumentos de seguimiento y valoración de los daños. “No puede ser que las zonas de emergencia cinegética se establezcan preguntando a unos y a otros, porque no es un método sistemático y se acaban dejando fuera áreas que tienen mucho daño y sin defensa a los agricultores de las mismas”, ha declarado un portavoz de la organización.
Por otro lado, Unión de Uniones critica la gestión de las autorizaciones de control, por la tardanza en la aprobación de las mismas y por las limitaciones con que se conceden; lo que provoca que llegan con meses de retraso, cuando el daño ya está hecho y no acaba con el problema porque los permisos deberían condicionarse, no en el tiempo ni en un número de piezas, sino al objetivo de alcanzar una población compatible con el mantenimiento del medio y de la actividad agraria. Por otro lado, estas operaciones son medidas de emergencia para controlar una plaga y, consecuentemente, no deberían pagar tasas como si fueran una actividad lucrativa o de ocio cualquiera.
La organización incide también en las obligaciones de los cotos, porque la experiencia demuestra que el autocontrol no está funcionando. Por lo tanto, debe contarse con normativa que les exija unos Planes Técnicos y una gestión de la población cinegética adecuados a su espacio y unos seguros de responsabilidad civil que realmente cubran los daños ocasionados a los agricultores. Disponer la aprobación de esas normas es competencia de la Administración y garantizar su respeto y sancionar su incumplimiento también.
Unión de Uniones reclama también de la Consejería de Agricultura que los daños ocasionados por la fauna silvestre y cinegética no supongan, además, prejuicios adicionales a los agricultores por la aplicación del condicionado de algunas ayudas de la PAC, así como que se incrementen hasta el máximo permitido las subvenciones regionales al seguro agrario en las líneas y modalidades de contratación que incluyan la cobertura de este tipo de daños.
La organización considera que la inoperatividad y falta de coordinación de todas las administraciones públicas implicadas, que impiden realizar las operaciones de limpieza y descaste en las áreas afectadas y refugio, están igualmente contribuyendo a que esta plaga esté alcanzado magnitudes descontroladas y que tras años de medidas inútiles es el momento de adoptar otras soluciones desde el enfoque adecuado y no cesar en las mismas hasta reducirla a niveles al menos soportables, para a partir de ahí mantener estrategias de control adecuadas.