Brotes verdes en la octava edición del FESCIGU

Los cambios de ubicación (primero en el Palacio del Infantado, pasando por el centro San José antes de llegar al Auditorio Buero Vallejo) y de fecha en el calendario supusieron obstáculos que sin embargo han hecho del Fescigu un festival más fuerte y maduro. Con los años y el esfuerzo de sus organizadores, el evento se ha convertido en el mayor festival de cine solidario del panorama nacional, una medalla que no puede colgarse cualquiera. Este año se han enfrentado al reto de cuadrar un presupuesto muy reducido (de apenas 60.000 euros) conservando la calidad de la programación. Apretarse el cinturón es un ejercicio de creatividad en tiempos de crisis, algo que se han tomado a rajatabla en la organización del Fescigu. Aprovechando que este año ha sido declarado por la UNESCO como el de la Biodiversidad, el festival de este año adopta una temática verde y ecológica. Una de las principales novedades será la inclusión de una sección de ecominutos, microrrelatos de 60 segundos con la naturaleza y el cambio climático como protagonistas. En la misma línea hay organizado un paseo en bici de mano de los compañeros de Bicicrítica, una asociación que aboga por la utilización de este medio de transporte como alternativa a los vehículos de motor. El toque solidario lo pondrán distintas asociaciones y ONGs que ocuparán el hall del auditorio, transformándolo en un “hall solidario”.

El miércoles, huelga
Con motivo de la huelga general, se suspenden todas las actividades programadas para el día 29. El resto de actividades se mantienen fieles al programa publicado en la web del festival, con sesiones que comienzan a las 19:30 de la tarde y que se prolongan durante cuatro horas, de martes a sábado. Cabe destacar que el martes el grupo Canteca de Macao amenizará con sus canciones la proyección de los cortos. Cada una de las sesiones tiene un precio de 2 euros. ◆

Texto: Cristina Toledano