Barrio, Silveti y De Torres ponen la nota positiva en el ciclo azudense

Y precisamente ellos con tres novillos de Lozano Hermanos y otros tres de El Cortijillo llevaron el encierro más colaborador. El único novillo premiado con la vuelta al ruedo fue el tercero suyo con el hierro de Lozano Hermanos. También tuvo una tarde muy seria el madrileño Carlos Guzmán con el complicado encierro de Alejandro Vázquez.

Cerró la feria el festejo de rejones en el que destacó el toreo clásico de Fermín Bohórquez que no caló en los abarrotados tendidos.

La presentación del ganado ha sido más desigual este año. Destacaron la de Atanasio Fernández el lunes y la de Alejandro Vázquez el viernes. Más justos anduvieron los utreros de Monte de la Ermita y por debajo de la media, un año más, los de los hermanos Lozano. Sin embargo, siguen embistiendo.

El lunes se paseó la primera oreja del ciclo. El exalumno gaditano de la Escuela Taurina de Guadalajara, Ángel Puerta, fue el encargado. Mostró una actuación en novillero que caló en los tendidos. Su primero fue muy soso y lo entendió en series cortas antes de que se acabara. A su lote lo recibió con largas de rodillas pero el sexto complicado no le permitió redondear el triunfo.

Lo mejor de esa tarde corrió a cargo de Adrián de Torres. Ante su descompuesto primero ya apuntó maneras. Lo refrendó con el emocionante quinto. Dejó series encajadas y en redondo por ambos pitones. Una estocada efectiva y un descabello acabaron con el burel y desataron la petición de oreja. La presidencia se equivocó no concediéndola y demostró su incapacidad para entender el toreo puro y elegante del torero de Linares.

Sergio Blanco pasó desapercibido frente a un lote que no le dio opciones de lucimiento.
Barrio arrollador
El martes llegó lo más interesante de la feria. El segoviano Víctor Barrio reaparecía después de su cornada en Arganda del Rey. Esperó a su primero en los medios y lo saludó con tafalleras a pies juntos sin moverse del sitio. Siguió con un quite por gaoneras de perfecta ejecución. Y de rodillas esperó con la muleta en los medios al manejable ejemplar de Monte de la Ermita. Destacaron las series por ambas manos aunque se superó al natural. Toreo de mano baja y templando la embestida. Dos orejas merecidas aunque debió acertar antes con los aceros.

Nuevamente de hinojos esperó junto a las tablas al sexto para torear a la verónica con mucho oficio. El manso peligroso que tenía enfrente no fue obstáculo para que se pusiera de verdad. Incluso se llevó una fea voltereta de la que se levantó para ponerse de nuevo con valentía. Firme candidato a triunfador del ciclo.

Le acompañaron en hombros José María Arenas y José Arévalo. Ambos encandilaron compartiendo banderillas y con su toreo bullidor. Arévalo dejó dos buenos derechazos muy largos a su primero pegado a tablas. Arenas estuvo eficiente con su segundo.
Silveti ilusiona
La tarde del jueves sirvió para descubrir al azteca Diego Silveti. Desde las sentidas verónicas a su primero levantó una tarde que había empezado mal. El novillo de Lozano Hermanos fue extraordinario con fijeza y movilidad.

Le dio distancia para empezar con una gran serie de derechazos los dos últimos de mano baja. La siguiente fue rotunda y convincente con ligazón y mando sobre el animal. No bajó su labor al natural antes de acabar con un largo circular invertido. Muy ajustadas fueron las bernardinas con las que cerró su labor ligadas por un largo pase de pecho. Dos orejas paseó tras una estocada ligeramente desprendida.

También se llevó el único astado complicado del festejo. Realizó un buen quite por gaoneras a un manso que embestía a arreones. Se puso valiente con el animal rajado en tablas.

Otra oreja de escasa repercusión cortó Alejandro Enríquez del cuarto. Muy desdibujado estuvo el madrileño Antonio Rosales con un buen lote. El interesante ganado lidiado dejó al descubierto las carencias de ambos.

La última de a pie fue una descastada novillada de Alejandro Vázquez muy seria de pitones. Sólo el madrileño Carlos Guzmán estuvo a la altura de las circunstancias.

El primero tuvo peligro sordo. Lo intentó Guzmán por ambos pitones estando por encima del animal. Lo fueron un trincherazo y una trincherilla antes de colocar al animal para la muerte. Con el parado cuarto estuvo eficaz con muleta y espada, paseando una oreja recompensa a su buen trabajo en la tarde.

Su paisano Juan Manuel Jiménez tuvo momentos interesantes sobre la diestra en su primero. El toledano Sergio Blasco pasó de puntillas por Azuqueca.
Cierre ecuestre
Con un gran lleno se cerró la feria con rejones. Un festejo en el que salió en hombros el madrileño Raúl Martín Burgos. Realizó una monta espectacular. Destacó su facilidad para clavar al violín los palos largos y los cortos.

Lo más interesante corrió a cargo del veterano Fermín Bohórquez. Dominó la escena con un lote de nulas opciones. En el cuarto clavó tres banderillas en el estribo antes de un buen par a dos manos y cortas en las tablas con el toro rajado. Su fallo a espadas le impidió tocar pelo.

El alcarreño López Bayo se enfrentó a un lote soso para rejones. Destacó en los quiebros. Pinchó la puerta grande en el sexto. Colofón a una feria en franca proyección ascendente.◆