Antonio Román: “Esta estatua perpetuará la imagen y el recuerdo de alguien a quien admira el mundo y que, ante todo, fue un hombre bueno, Juan Pablo II”

Entonces, se reconocía que Juan Pablo II, durante sus veintisiete años de pontificado, había sido el referente ético más escuchado y protagonista de cambios históricos, no sólo de la Iglesia Católica sino de la Historia Universal.

El Alcalde ha reproducido algunas de las expresiones que, entonces, dirigieron hacia Juan Pablo II los portavoces de los diferentes grupos políticos: “Defensor de la vida, desde la concepción hasta la muerte, defensor de la paz y de los derechos humanos, referente moral para muchos, figura con la que están en deuda los católicos y no católicos”, son algunas de ellas.

Tras repasar algunos de los aspectos más destacados de su biografía, Antonio Román ha definido a Juan Pablo II como “defensor de la vida, de la familia, de la condición y dignidad humana y de los más pobres”. “Fue la autoridad moral más importante del mundo a lo largo de su pontificado, fue una personalidad clave en el devenir del mundo en la segunda mitad del siglo XX, que imponía el respeto de todos, creyentes y no creyentes, por la claridad de sus mensajes, por su sinceridad y por sus reconocidos esfuerzos a favor de la justicia, la dignidad humana, los derechos humanos y la paz. Fue un verdadero portavoz y defensor de los derechos humanos”, ha señalado.

Asimismo ha reconocido sus esfuerzos a favor de la democracia y la libertad en los pueblos con regímenes totalitarios, y también por su actividad a favor del diálogo en las situaciones de conflicto de pueblos y estados.

Antonio Román ha concluido su intervención elogiando la magnífica obra escultórica realizada por Óscar Albariño, “que va a perpetuar la imagen y recuerdo de alguien a quien admira el mundo y que, ante todo, fue un hombre bueno: Karol Wojtila, el papa Juan Pablo II”.