El Ayuntamiento de Guadalajara, a través de la Policía Local, intensificará el control para exigir el cumplimiento de las ordenanzas que afectan a la tenencia y protección de los animales domésticos. Esto supondrá, entre otros aspectos, que se aumentará la vigilancia en las calles para evitar que los propietarios de los perros no retiren las heces de sus mascotas de la vía pública. Esta circunstancia es una de las que mayor número de quejas motivan a lo largo del año.
Para ello se desarrollará una campaña específica, que ha sido presentada hoy por la teniente de alcalde, Encarnación Jiménez, y el jefe de la Policía Local, Julio Establés. En ella van a participar todos los efectivos de la policía, no sólo los correspondientes a la sección de medio ambiente, que realizarán labores vestidos de paisano. Velarán por que exista un comportamiento adecuado y responsable de los propietarios. “La Policía Local se convertirá – ha señalado la teniente de alcalde- en un elemento clave en el fomento de comportamientos cívicos que redunden en una ciudad más saludable y segura”. También se controlarán otros aspectos contenidos en las ordenanzas, como el hecho de que los perros deben ir debidamente sujetos, o los relativos a los perros potencialmente peligrosos.
BASE DE DATOS GENÉTICOS DE LOS PERROS DE LA CIUDAD
En esta misma línea, Francisco Úbeda, concejal de Medio Ambiente, ha anunciado hoy que el Ayuntamiento de Guadalajara está trabajando en la implantación de una base de datos genéticos de los perros de la ciudad. Permitirá identificar y multar a los dueños que incumplan su obligación de recoger las heces que sus canes depositan en la calle y también permitirá investigar casos de maltrato animal.
Actualmente, la policía sólo puede multar a los dueños si son sorprendidos in fraganti alejándose sin recoger los excrementos y aunque se realizan inspecciones, resulta muy complicado detectar estas infracciones.
Esta base de datos genéticos facilitará la tarea y permitirá tomar muestras a la empresa adjudicataria de la limpieza. La muestra será analizada por un laboratorio de referencia y se cotejará con el mapa genético o base de datos. En el caso de coincidir los datos de la muestra con la base de datos, se incoará el correspondiente expediente sancionador al dueño del perro identificado, que deberá pagar la multa correspondiente (hasta 250 euros) y el coste del procedimiento de la toma de muestras.
La primera fase de este proyecto, que podría ponerse en marcha a lo largo de este año, consistirá en convocar a los propietarios de los animales para realizar una toma de muestra de saliva o pelo de los canes.
Esta medida ya ha sido presentada a los Consejos de Barrio de Guadalajara y organizaciones como ASPROSPEGU y La Camada.
De manera paralela, el Ayuntamiento seguirá realizando campañas de sensibilización y concienciación para informar a los dueños sobres sus obligaciones y derechos. “Esperamos que todas estas medidas mejoren la salubridad, la higiene y la estética de nuestra ciudad”, ha destacado Úbeda.