Empate a dos en El Robledal

Trillo y Yebra empataron ayer a dos en un partido intenso en el que los ribereños dispusieron de ocasiones para haber vencido, incluso con holgura, pero “fútbol es fútbol”, valora el míster, Antonio Sancho. Pese a contar con una convocatoria corta, los locales hicieron un partido muy serio, moviendo bien el cuero en la medular y generando peligro, pero al mismo tiempo sólidos en defensa. Al poco de comenzar el encuentro, en el minuto 10´, Hugo filtraba entre líneas un pase medido en profundidad a Cristian de la Mata, que el extremo picó en vaselina para hacer el 1-0.

No supo el Trillo administrar su ventaja, y, en un mal entendimiento entre defensa y portero, Carlos Sánchez sacó provecho para hacerse con el cuero y marcar el empate sólo diez minutos después. Se rehízo bien el Trillo, que tuvo ocasiones para haberse adelantado, con dos lanzamientos al palo, uno de José Luis Domeque y otro de Hugo, que, de haber entrado, hubieran sentenciado el partido. En el minuto 35, y de nuevo gracias a un buen pase en profundidad, esta vez de Jorge Peña, los ribereños se adelantaban con el 2-1 por mediación de Héctor Valls, que controló bien y superó al portero para marcar a puerta vacía.

En la segunda mitad, cambió la decoración, con un Trillo cada vez más apagado por la falta de recambios. Los ribereños dispusieron de alguna oportunidad adicional, pero el Yebra llegaba cada vez más arriba y con más peligro. El empate llegó en una jugada embarullada de la que sacó provecho el Yebra, en el minuto 82, con un gol en propia meta de la defensa local. En las postrimerías del choque, Samu y Cristian fallaron en boca de gol lo que hubiera podido ser el 3-2.