A la Pantoja le sale barato

Desconozco si la fama exime de culpa a los que roban incluso con sentencia condenatoria. Hablo de la que se ha montado con el ingreso en prisión de la cantante que se lió con el ex alcalde de Marbella, Julián Muñoz, y le ha salpicado del todo. En el macro juicio se la ve muy chula a Isabel, negando la mayor ante el Tribunal, con afirmaciones tan rotundas como que era ella quien pagaba a Julián Muñoz.

Por supuesto que los magistrados no se chuparon el dedo y tuvo que ser el Tribunal Supremo quien confirmara la sentencia, ya que en muchos casos había rastro del dinero robado por su pareja que, casualmente, iba a las cuentas corrientes de la tonadillera y a la adquisición de valiosos bienes cuya procedencia se demostró delictiva.

A estos que se quedan con los millones de los sobornos de Marbella les sale barata la condena. Porque la Pantoja sólo le han impuesto una multa de un millón de euros, y dos años de cárcel. Vamos que como se portará muy bien durante seis meses saldrá en libertad.

Hay quien dice que mientras estuvo liada con el entonces alcalde de Marbella se llevaba los millones de euros en bolsas de viaje. Vamos que si se ha embolsado cien millones, por poner un ejemplo, cada mes en prisión se ahorra unos 16 millones, porque en este país la justicia te condena, pero no hay manera de que devuelvan lo robado.

Porque eso de devolver es pecado. Y si no, que se lo pregunten a la cantidad de políticos, sindicalistas y demás chorizos que como Pantoja se han apropiado de un dinero de forma fraudulenta, ilegal. Y que les pillan con el carrito del helado, pero que no devuelven más que lo que encuentran en la caja fuerte o bajo el colchón. Las empresas que sobornan ya tienen el sistema de ponerlo a buen recaudo en paraísos fiscales. En todas las grandes empresas que concursan con entidades públicas, en todas, está el departamento que se encarga de poner orden en los sobornos y darles apariencia legal. Y como hasta ahora todos los partidos trincaban de la misma tarta, pues a callar.

Otro día hablaremos de los banqueros. De esos lindos personajes que blanquean, si se les permite, hasta el dinero procedente de la droga, de la mafia rusa o del contrabando. Porque el origen de un banquero siempre es delictivo, siempre.

Joaquín Abad