Las cascadas del río Cifuentes realzan el Nacimiento de Trillo

Por esta razón, y desde el año 2007, el Ayuntamiento de Trillo instala a mediados de diciembre un gran Nacimiento, que aprovecha el fondo natural y las cascadas que todos, o casi todos los belenes, tratan de representar artificialmente. “En nuestro caso, el entorno natural del Cifuentes es más bello que cualquier recreación que se pueda hacer”, explica Mayte Blanco, concejala de Cultura.

Para que luciese acorde con el lugar, se decidió comprar año tras año figuras de un tamaño mayor, de aproximadamente un metro cada una. La particularidad que tiene este Belén trillano es que al portal de Belén y todos los personajes típicos de la Navidad, se une cada año la representación del que fuera un oficio tradicional del pueblo, en homenaje a los trillanos y trillanas del pasado.

En los últimas navidades han llegado a la orilla del Cifuentes el herrero, la lavandera que homenajea a las mujeres de Trillo que bajaban a baldear allí mismo, hiciera el tiempo que hiciera, los fruteros y pescaderos que acudían a la Plaza Mayor trillana todos los martes de hace muchos años para hacer el mercadillo, los pastores y el hortelano. En este Nacimiento de 2013 son nuevas las figuras del carpintero y su establecimiento, la posada, varias casas decorativas, el puente de madera y un carro de madera. El oficio de la carpintería, de la mano de los batanes, siempre tuvo una especial importancia en Trillo. De hecho, algunas teorías afirman que las puertas de la Catedral de Sigüenza las hicieron maestros carpinteros trillanos.

El Nacimiento también le da protagonismo a los animales, ovejas y camellos, que también formar parte del decorado. En este caso, en 2012 se estrenó el corral de gallinas. También este año se han añadido nuevas figuras de animales.

Para resaltar el conjunto, se ha colocado una base de paja que destaca, con su fondo amarillo, las figuras del Belén. La iluminación nocturna lo convierte en un maravilloso reclamo, visible en perspectiva desde muchos lugares de Trillo. El sonido del agua en su bajada, convierte en un verdadero placer la contemplación del motivo a lo largo de estos días.