La Asociación de Senderistas de Milmarcos reclama la puesta en valor del GR-66

Formada por una quincena de socios, la Asociación de Senderistas de Milmarcos surgió el año 2001, cuando la Federación de Montaña de Castilla-La Mancha se disponía a trazar sobre el papel el GR-66, un sendero de gran recorrido, identificado por los colores rojo y blanco, que atraviesa toda Castilla-La Mancha desde Milmarcos a Nerpio (Albacete), en el límite con Jaén, uniendo Aragón y Andalucía por la cordillera ibérica. El camino surca las cinco provincias de nuestra Comunidad Autónoma y en lo que a Guadalajara se refiere cruza por el mismísimo centro del Geoparque de la comarca de Molina de Aragón y el Alto Tajo. El objetivo de esta asociación fue, desde sus albores, diseñar el trazado de esta vía a su paso por la comarca con el principal objetivo de “poner en valor y dar a conocer estas tierras y sus gentes”.

En esta senda, y siguiendo los pasos del caminante, la Asociación estrechaba lazos con Aragón entrelazando el GR-66 con el GR-24 en Calmarza, donde un mojón da testimonio de esta unión. De esta manera se daba coherencia al “Camino de la Hermandad” con lo que se pretendía incentivar la ruta.

En aquellos años ocupaba la presidencia, Mariano Escolano, natural de Milmarcos y senderista literario. Hoy su sobrino, Javier Verastegui, ha tomado el relevo en lo que se ha convertido una dura empresa para el mantenimiento y la puesta en valor de este recorrido.

Con la colaboración de Rillo de Gallo, Corduente y Tartanedo se ha señalizado la ruta con sus colores característicos de sendero de Gran Recorrido y se han instalado una serie de teselas en cada una de las localidades que atraviesa la ruta (Milmarcos, Hinojosa, Tartanedo, Pardos, Rillo de Gallo, Olmeda de Cobeta, Villar de Cobeta y Peralejos de las Truchas y un ramal que discurre hasta la Virgen de la Hoz por Corduente). Además, se han celebrado jornadas senderistas de distinta índole para la promoción de esta vía.

Pero los años no han pasado en balde y este camino, de no tomar las medidas oportunas será “la senda que nunca se ha de volver a pisar” del poema de Machado, solo que el poeta de la Generación del 27 nos imponía aquí el camino como la obligación de vivir mirando hacia adelante y sin echar la vista atrás y para la Asociación Senderista de Milmarcos eso significa precisamente seguir trabajando para que existan caminantes que consoliden el GR-66 y el “Camino de la Hermandad”. Por ello, han remitido un comunicado a la Diputación Provincial para que ésta preste su apoyo a la difusión y mantenimiento de la vía y a su integración dentro de las iniciativas del futuro Geoparque de la comarca de Molina de Aragón y el Alto Tajo. Porque ya lo decía Machado “caminante no hay camino, se hace camino al andar”.