Yo no voté a Zapatero, ¿y usted?

El propio sistema se perpetúa a sí mismo: estamos en crisis, pero aumentan los presupuestos destinados a las elecciones de 2011, no hay listas abiertas en los partidos, el absentismo no cuenta en la representación parlamentaria…. Por cierto, un conocido mío, el otro día, me preguntó si apoyaría una petición para que ese voto de absentismo contase en asientos en la Cámara. “Piensa, ese 26, 15% de absentismo en las últimas elecciones supondrían 91,5 diputados menos, su sueldo, dietas, coches, secretarias, viajes: menos gasto para el país. Además, los políticos tendrían que pelear para ganarse al público para que votasen.Y con 91, 5 diputados menos, los restantes, se tendrían que currar el llegar a un consenso”. Da que pensar ¿eh? Desde luego, el voto absentista en estos momentos, no cuenta para nada, se lo pasan por debajo de la axila como quien dice. ¿Alternativas políticas? Ojalá tuviéramos un Gordon O’Connor (1), hasta hace poco ministro de Defensa canadiense y representante en el Congreso, o un Daniel Cohn-Bendit(2) eurodiputado verde desde 1994 y copresidente del grupo parlamentario Los Verdes/ALE desde 2004, que dicen las cosas como hay que decirlas y las hacen independientemente de las directrices de sus partidos. Entonces ¿qué nos queda? ¿Dar el voto al otro partido mayoritario para que, por lo menos, Zapatero no salga y rezar para que el otro lo haga un poquito mejor? Y es que quedan unos meses para esas próximas elecciones autonómicas y sólo de pensarlo ya me pongo mala, ¿hay alguien que de la alternativa?
S.D.B. Guadalajara