Inaugurado el “I Curso Especial Básico de Investigación Tecnológica” para fiscales y guardias civiles

Estos cursos, en cuyo diseño han participado la Fiscalía de Criminalidad Informática, las Jefaturas de Policía Judicial y de Enseñanza de la Guardia Civil y el Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Alcalá, tienen como objeto acreditar y completar los conocimientos técnicos investigativos de los guardias civiles y fiscales dedicados especialmente al análisis e investigación de la ciberdelincuencia y el ciberterrorismo.

Se pretende ofrecer una visión completa de las distintas caras de la ciberdelincuencia y de cómo nuestra sociedad puede verse atacada desde distintos frentes y con distintos objetivos. El programa diseñado aborda también aspectos como ciberdefensa y cibersociedad.

Participan expertos en el ámbito de los delitos tecnológicos de la Fiscalía de Criminalidad Informática, de la Universidad y de las Unidades de la Guardia Civil especializadas en la lucha contra los delitos cometidos a través de la red. Asimismo, se cuenta como ponentes con representantes de medios de comunicación involucrados en esta temática.

La “Estrategia Española de Ciberseguridad” presentada el pasado año por el Gobierno, así como a la “Directiva de Defensa Nacional”, identifican los ataques cibernéticos como una de las principales amenazas globales que afectan a los Estados democráticos. Además de la amenaza que puede afectar a la estabilidad estatal, existe un cibercrimen que ataca directamente y cada día a los ciudadanos.

La Guardia Civil ha articulado una respuesta especializada y acorde a esas amenazas, consciente de la importancia y alarma social que provoca la gran variedad de actividades criminales cometidas a través de las tecnologías de la información y de las comunicaciones, como la distribución de contenidos relacionados con la pornografía infantil, la violación de la privacidad de los ordenadores o los robos de identidad.

Por otro lado, las redes sociales han modificado las pautas de las relaciones humanas. Como en otros entornos, aquí también los grupos más vulnerables de nuestra sociedad se encuentran especialmente expuestos, siendo particularmente preocupante el caso de los menores, potenciales víctimas de ciberacosos.

Unidades como los Equipos de Investigación Tecnológica, los Equipos Mujer Menor, el Grupo de Delitos Telemáticos, la Sección de la Unidad Técnica de la Policía Judicial y el Departamento del Servicio de Criminalística se dedican a la investigación de este tipo de delitos, a la elaboración de inteligencia relacionada con este tema y de los peritajes informáticos y digitales necesarios, así como al análisis forense de dispositivos e indicios electrónicos. A ellas hay que añadir la lucha contra la amenaza terrorista que desempeña el Servicio de Información del Cuerpo, el cual cuenta con los recursos humanos y materiales para hacer frente a esta lacra a través del ciberespacio.

Las actuaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil durante el pasado año 2012, han dado como resultado la explotación de un total de 88 operaciones y se han abierto 227 en el campo de la ciberdelincuencia. Además, se ha detenido a 66 personas y se ha imputado a otras 61 por delitos relacionados con el mismo.

Para luchar contra este tipo de amenazas es necesario afrontarlas desde un enfoque integral que aglutine, de forma coordinada, los esfuerzos de todos los actores nacionales e internacionales. En este sentido, a nivel nacional, la Guardia Civil colabora estrechamente con la Fiscalía de Criminalidad Informática, se participa en múltiples foros y se mantiene una relación directa con los administradores de las redes y con las empresas que operan en este mundo tecnológico.

En la misma medida, es de vital importancia la colaboración a nivel internacional, ya que no existen fronteras para estos delitos. La Guardia Civil materializa esta colaboración a través de organismos internacionales como INTERPOL o Europol, en diferentes foros de la Unión Europea y directamente a través de relaciones bilaterales con policías y autoridades internacionales.

Todos los implicados en la lucha contra los delitos tecnológicos, por las características tan singulares del entorno en el que se cometen, necesitan una permanente actualización de conocimientos, buscando a la vez sinergias entre todos ellos para dar una respuesta eficaz a estos ilícitos.