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El ejercicio mejora la vida de personas centenarias, incluso a los 100 años

REDACCION | Lunes 10 de noviembre de 2025

Un estudio del IIS Biogipuzkoa y la Universidad de Zaragoza demuestra que nunca es tarde para hacer ejercicio, incluso a los 100 años. La investigación, publicada en el Journal of Cachexia, Sarcopenia and Muscle, revela que el ejercicio físico puede mejorar la fuerza y la autonomía de personas centenarias. En un programa de entrenamiento de tres meses, los participantes mostraron mejoras significativas en su capacidad funcional y biomarcadores de fragilidad. Los resultados destacan cómo el ejercicio no solo fortalece los músculos, sino que también mejora la calidad de vida diaria de los ancianos. Este trabajo resalta la importancia del ejercicio en el envejecimiento saludable y su impacto positivo en la vida de las personas mayores. Para más información, visita el enlace: https://biblioteca.cibeles.net/nunca-es-tarde-para-hacer-ejercicio-incluso-a-los-100-anos-se-puede-recuperar-fuerza-y-autonomia/.



El ejercicio puede ser un cambio de vida incluso a los 100 años, según un estudio realizado por equipos de investigación del IIS Biogipuzkoa, la Universidad de Zaragoza y el CIBER. Esta investigación revela que la actividad física no solo es beneficiosa en la vejez, sino que puede transformar la vida de las personas centenarias.

Publicada en el Journal of Cachexia, Sarcopenia and Muscle, esta investigación se considera pionera a nivel mundial. Ha demostrado que la capacidad funcional de los ancianos se puede mantener y mejorar mediante el ejercicio físico, incluso en edades avanzadas.

Detalles del estudio

El estudio involucró a 19 centenarios, de los cuales 12 completaron un programa de entrenamiento. Durante tres meses, los participantes llevaron a cabo un programa de entrenamiento de fuerza con pesas y su propio peso corporal, dos veces por semana, comenzando con sesiones de 20 minutos y aumentando hasta 40-45 minutos. Los resultados fueron significativos: aquellos que participaron mostraron mejoras notables en escalas de fragilidad y capacidad funcional, así como cambios positivos en biomarcadores relacionados con la fragilidad.

Bajo la coordinación de Ander Matheu, del IIS Biogipuzkoa, y Nuria Garatachea, profesora en la Universidad de Zaragoza, el trabajo contó con la colaboración de varios equipos del CIBER y servicios geriátricos de hospitales como Albacete y Toledo.

Impacto en la calidad de vida

"Este estudio confirma que la capacidad funcional se puede mantener y mejorar con ejercicio físico incluso en las edades más avanzadas", afirma el Dr. Matheu. La Dra. Garatachea añade: "Nunca es tarde para comenzar a entrenar". Los investigadores destacan que los resultados van más allá de los datos estadísticos; se reflejan en la vida diaria.

Un ejemplo impactante es el testimonio de un hombre centenario que pasó de necesitar ayuda para ir al baño a levantarse solo por la noche: "Ya bebo agua, porque ahora puedo ir yo solo al baño". Asimismo, una mujer de 102 años logró suficiente fuerza para levantarse sin asistencia después de haber estado en silla de ruedas. "Lo importante es cómo les mejora la calidad de vida en su día a día", enfatiza Garatachea.

La longevidad y sus desafíos

Los centenarios suelen llegar a esta etapa con mayor fragilidad. Estudios internacionales han mostrado que intervenciones físicas pueden revertir esta condición y mejorar su capacidad funcional. El Dr. Matheu señala lo complicado que fue reunir a suficientes participantes para el estudio: "De cada 100,000 habitantes, solo 11 tienen 100 años o más".

Aparte del impacto funcional, se analizaron muestras sanguíneas para evaluar biomarcadores asociados a fragilidad. Los resultados revelaron mejoras significativas tras la intervención: cambios positivos en marcadores clave y citocinas inflamatorias. "Estos cambios se correlacionaron con la mejora funcional", explica Matheu.

Un futuro saludable para los ancianos

"El mejor modelo de investigación sobre envejecimiento saludable son las personas centenarias", concluye Garatachea. Comprender cómo estas personas alcanzan los 100 años saludables es crucial para identificar factores protectores contra la fragilidad.

El envejecimiento poblacional representa un desafío significativo para sistemas socioeconómicos y sanitarios. La creciente población anciana requiere estudios como este para informar decisiones sobre políticas relacionadas con el envejecimiento.

Caminos hacia el bienestar

Lanzado en 2018 por el grupo EXER-GENUD, este proyecto continuó su intervención en residencias desde enero de 2020, aunque fue interrumpido temporalmente por la pandemia. La publicación actual es resultado de tres años de trabajo colaborativo entre diversas instituciones e investigadores.

Referencia del artículo:

Resistance Exercise Intervention Restores Functional Capacity and Improves Frailty Biomarkers in Centenarians.

Doi: 10.1002/jcsm.70079.PMID: 41036686

La noticia en cifras

Cifra Descripción
100 Edad máxima de los participantes
19 Número total de participantes en el estudio
12 Número de participantes que completaron el programa
3 meses Duración del programa de entrenamiento
2 veces por semana Frecuencia del entrenamiento
20 a 45 minutos Duración de las sesiones de entrenamiento (inicial y final)

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