La fotografía tomada en el Cementerio Municipal de Nuestra Señora del Rosario, aparece el enterrador posando con cara alegre junto a un cadáver momificado y con otra persona, a la sazón familia política del fallecido, según confirmó al digital diarioinformacon.com, el concejal de Servicios Públicos, Felipe Aldeguer (PP), quien mostró la repulsa y tristeza del equipo de gobierno por hechos de estas características.
Según el responsable municipal, la imagen fue tomada con un teléfono móvil por la sobrina del finado hace un par de semanas tras solicitar al enterrador abrir el nicho para proceder a un nuevo enterramiento, concretamente a la esposa de éste. En la imagen se ve perfectamente cómo el enterrador sostiene por detrás el cadáver, que parece estar igualmente posando. Hace 23 años que había muerto, según el Ayuntamiento.
El equipo de gobierno descubrió esta fotografía esta semana; de hecho, hasta hoy no está previsto que el concejal se reúna con la junta de personal para trasladarles este caso y ver qué decisión se adopta con el enterrador. Aldeguer recordaba ayer que el trabajador lleva siete años en el Ayuntamiento y nunca se había producido problema alguno con él. «Ha sido una tontería que no tiene justificación alguna y que nos obliga a tomar decisiones», explicó el portavoz municipal. El Ayuntamiento intentó presentar el pasado martes una denuncia tras conocer estos hechos y descubrió que el asunto estaba ya en manos de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Guardamar que había sabido del asunto por la fotografía dada a conocer a través de redes sociales y servicios de mensajería.
El finado carecía de hijos, según la versión municipal, y cuando su esposa falleció hace un par de semanas una sobrina se encargó de los preparativos de enterramiento en el mismo nicho pues habían pasado más de dos décadas. En una labor que a diario se realiza en todos los cementerios, el funcionario procedió a abrir la caja y para su sorpresa descubrió que el cuerpo estaba momificado, prácticamente intacto, por lo cual avisó de estas circunstancias a los familiares que acudieron al camposanto. El trabajador, cuya labor consistía en trocear el cadáver para permitir que una nueva caja cupiera en el mismo espacio, accedió a coger el cuerpo y posar para la fotografía junto al sobrino político del fallecido. Según el Ayuntamiento, posteriormente realizó su trabajo, se procedió al enterramiento y se cerró el nicho con los dos cadáveres.