Por la vía de servicio

Y ansioso de aventura, el GTV (Guadalajara de Toda la Vida) emprende un viaje varios años atrás y se escucha de pronto diciendo: “Mira, ahí se ponían las autónomas” o “¡Qué chuletas más ricas se comía uno en el Sotillo!”. Cuando desde abajo vemos el monumental atasco del viaducto, se regocijapensando, “¡Já! He sido más listo que todos esos cazurros”. El problema es cuando, una vez llegados a la rotonda del Casino, quiere más emoción, esquivar todo el lío y llegar cuanto antes a casa. Nuestra recomendación es que bajo ningún concepto se arriesgue, ya que puede acabar en el Asilo, en las obras del Hospital o en medio de ninguna parte, y lo que es peor, con la cara de tonto típica del que ha tomado una decisión incorrecta. ¡A ver si un siglo de estos terminan ya, de una maldita vez, las obras del nudo del Hospital General de Guadalajara!