El XII Concurso de Gachas y Tartas dio continuidad este viernes al programa de Navidad del Ayuntamiento de Pastrana con una jornada marcada por el buen ambiente, la gastronomía tradicional y la participación de alrededor de medio millar de personas en el corazón histórico de la Villa Ducal.
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Pastrana. 21 de diciembre de 2025. La Plaza de los Cuatro Caños de Pastrana, espacio emblemático y centro neurálgico de la villa desde la Edad Media, acogió ayer sábado el XII Concurso de Gachas y Tartas, organizado por la Asociación de Pensionistas y Tercera Edad de Pastrana en colaboración con el Ayuntamiento. El enclave, donde antaño se celebraban mercados, festejos y reuniones del Concejo, volvía a convertirse esta mañana en punto de encuentro vecinal, con un ambiente festivo y cercano que acompañó toda la mañana.
Desde primera hora, los mayores de la asociación se afanaron alrededor de la lumbre preparando las gachas, en una imagen que mezclaba tradición, experiencia y calor humano. “Es un día que ya forma parte de la Navidad de Pastrana, un acto que muestra claramente el tejido asociativo del pueblo”, señalaba el concejal de Festejos, Sergio Fuente, quien subrayaba además que “el Ayuntamiento y las asociaciones van de la mano, porque este tipo de actividades son las que hacen vida de pueblo y nos recuerdan que somos Pastrana”.
En esta edición participaron nueve grupos en el concurso de gachas, mientras que los cocineros veteranos de la Asociación de Mayores elaboraron raciones para el público asistente. Se repartieron más de 500, entre vecinos y visitantes que se acercaron a la plaza, atraídos por el aroma de un plato que, como recordaba el concejal, “es fundamental en la dieta pastranera en invierno y se come en casi todas las casas, al menos una o dos veces al mes en los meses del frío”.
Las gachas castellanas, plato humilde y contundente de la gastronomía local, se elaboran tradicionalmente con harina de almortas, ajos, pimentón, agua, aceite de oliva y, en ocasiones, panceta. La clave, como explicaba uno de los cocineros veteranos, Román Vereda, está en “cocer bien la harina para que no sepa a crudo y batirla despacio con el agua; no tiene más secreto, solo cuidar el fuego”. En Pastrana, este plato se comparte alrededor de la sartén, caliente y acompañado de pan, como símbolo de convivencia.
El jurado, formado por Mar Martínez y Asunción Abad, comenzó la cata a partir de las 14.00 horas. El primer premio en la categoría de gachas fue para Fernando y Cristina Pendolero, de Hotel Palaterna, que apostaron por una versión fiel a la tradición con un toque innovador y sostenible. La cocinaron frente a su establecimiento. “Hemos seguido la receta de siempre, la que pasó de generación en generación en nuestra familia, pero le hemos añadido unas hebras de azafrán y hemos trabajado sin generar residuos”, explicaban tras conocer el fallo.
En el apartado dulce, la mejor tarta fue la elaborada por Montserrat Bermejo, una tarta de naranja y almendras que conquistó al jurado. “Uso ingredientes sencillos y de calidad; es una receta que suelo hacer entre amigos y siempre tiene mucho éxito”, comentaba la ganadora, satisfecha por haberse presentado por primera vez al concurso. “Ha sido llegar y besar el santo”, decía orgullosa.
A lo largo de la mañana, se rifaron papeletas, a beneficio de la ampliación del Belén Parroquial de Pastrana, que tenían como premio un jamón.
El presidente de la Asociación de Pensionistas y Tercera Edad, Juanjo Henche, destacaba el ambiente vivido durante toda la jornada. “Aquí lo importante es la alegría, el compañerismo y que el pueblo esté unido; este concurso es cariño y concordia”, afirmaba, recordando que ya son doce años los que lleva celebrándose esta cita en “la plaza más principal, el corazón de Pastrana”. Para los ganadores del concurso de gachas, un lote de botellas de vino, para la mejor repostera, una planta y para los cocineros de la Asociación, el aplauso sentido del pueblo de Pastrana.
El concurso puso así un nuevo acento gastronómico y social al programa navideño de la Villa Ducal, congregando a vecinos de todas las edades en torno a la tradición y a un espacio cargado de historia. Justo cuando terminó la entrega de premios, empezó a llover. “Lo tenía hablado con San Pedro, me dijo que aliviara, porque a las tres llovía, y así ha pasado”, terminaba con humor Henche.