Aunque el ser humano tarde en darse cuenta, la prioridad más absoluta siempre es la paz interior. Dicho así parece que simplemente se trate de relajarse un poco y tomarse la vida de otra manera, pero nada más lejos de la realidad. La paz interior se consigue haciendo cambios en nuestros hábitos, en las pequeñas cosas del día a día. Consiste en tener el compromiso de priorizarse y tomar el control de nuestra vida, cambiando cosas tan importantes como la alimentación. Dicen que el estómago es el segundo cerebro, y a día de hoy existen multitud de estudios que vinculan la salud mental con el sistema digestivo. Cada vez existen más personas con problemas relacionados con intolerancias alimentarias y problemas gastrointestinales crónicos, y para combatirlo hay que ponerse en manos de profesionales y cambiar la dieta a una más apropiada para nosotros, como la dieta fodmap especial para problemas digestivos. Si eres de los que estás dispuesto a cambiar el rumbo de tu alimentación y de tu vida, sigue leyendo que esto te interesa y mucho.
La microbiota intestinal se posiciona como decisiva en el estado de nuestra salud mental
Seguro que has oído hablar de la microbiota intestinal últimamente, y es que su papel es clave para nuestra salud gastrointestinal y está directamente relacionada con nuestra salud mental, ¿Sabías que la serotonina se produce en gran medida en el intestino? Sí, la aclamada hormona de la felicidad puede verse afectada por un desequilibrio en la microbiota. Es por ello que debemos cuidar minuciosamente nuestro sistema digestivo, y ante cualquier sospecha de anomalía, acudir a un profesional que valore nuestro estado de salud y pueda indicarnos cuál es la mejor dieta para nosotros. Como comentábamos anteriormente, hoy en día existe una explosión de casos de pacientes con problemas crónicos a nivel intestinal y digestivo en general, por lo que se ven obligados a realizar cambios drásticos en su alimentación que le permita llevar una vida completamente normal y libre de molestias. Las dietas específicas para este o cualquier caso siempre tienen que estar avaladas por expertos y recomendadas especialmente para nosotros. Tomar decisiones de este tipo por nuestra cuenta solo nos conducirá a empeorar el problema que ya pueda existir.
Ya es un hecho: el estrés inflama y es uno de los mayores causantes de problemas gastrointestinales
¿Quién no ha sufrido de estrés? Es la enfermedad por excelencia en la vida moderna y se ha demostrado el impacto negativo en nuestra salud. Hay que tener en cuenta que, sometidos a altos niveles de estrés, el sistema nervioso se pone en modo alerta y activa respuestas que impactan directamente en el sistema digestivo. Por ello, seguramente, antes de un examen has tenido algún que otro retortijón de tripa si estabas nervioso de más. Cuando el estrés permanece durante largos periodos de tiempo, el problema puede complicarse incluso derivando en trastornos más severos como es el síndrome del intestino irritable.
Además, dado que el estrés es altamente inflamatorio, puede afectar también a la producción de algunos neurotransmisores, desembocando en síntomas depresivos o ansiosos.
Gestionar el estrés debe situarse a la cabeza de nuestras prioridades en el día día, realizando actividades tan saludables como la meditación, el yoga o recibir atención psicológica. Cuidarse por dentro y por fuera no solo es fundamental para nosotros mismos, sino para nuestros seres queridos que nos rodean. Dicen que la caridad empieza por uno mismo, y que para querer bien tenemos que querernos nosotros primero. Un cambio en nuestros hábitos, empezando por la dieta, es la mejor de las decisiones para darle un giro de 360 grados a nuestra vida.
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