Felipe González y su novia no piensan en boda

Unos rumores que la semana pasada comentaban desde su propio partido asegurando que la ceremonia civil sería este fin de semana en la finca que el empresario Pedro Trapote, cuñado de la novia, posee en Aranjuez.

Hasta allí se trasladaron el sábado varios paparazzis en busca de la exclusiva pero ni en la casa ni en los alrededores había movimiento que demostrara que estaba a punto de celebrarse una boda. González y Mar estaban a muchos kilómetros de Aranjuez, concretamente en Sevilla, la ciudad natal del expresidente pasando el fin de semana y sin visos de contraer matrimonio.

No resultaba extraña la información porque desde que se hizo pública su relación hace cuatro años a través de Vanitatis, la pareja ha demostrado que su relación no era flor de un día como afirmaban algunos conocidos, que presumían de alternar con el expresidente.

Sus comentarios cíclicos de desavenencias no han afectado a la pareja que según sus íntimos “Son felices, se quieren mucho y no es verdad que Mar presione a Felipe para que se case con ella”.

Tampoco es cierto que la decisión de contraer matrimonio tuviera que ver con una manera de agilizar y gestionar los viajes de Mar García Vaquero cuando acompaña a Felipe González ya que en su calidad de expresidente tiene trato preferente.

Parece que esto tampoco sería determinante porque “con Felipe, Mar siempre ha tenido su sitio. Nunca la ha escondido y donde está él está ella”, confirman las amistades del núcleo más privado de la pareja. De hecho, en la presentación de su último libro ¿Aún podemos entendernos?, que resultó una convocatoria multitudinaria, el expresidente tuvo en la primera fila a su novia, con la que compartió charla y sonrisas delante de todo el público asistente.

Durante todos estos años la pareja ha mantenido una relación sin alardes mediáticos pero tampoco a escondidas. Por ahora Mar y Felipe siguen solteros y si en un futuro deciden casarse lo harán discretamente como ha sido la trayectoria vital de ambos.