Sigüenza, reclamo para los coches clásicos

La ciudad de Sigüenza recibió el viernes la visita de una expedición de coches clásicos procedentes de Castellón. Todos forman parte de un prestigioso club, el Antic Motor Club de Castellón. La organización del Club programó una actividad que ha tenido como base a Sigüenza. Veinte vehículos recorrieron los 350 kilómetros que separan la ciudad del Doncel de la costa levantina para pasar el fin de semana haciendo turismo cultural, tanto en la propia ciudad como en las cercanas localidades de Molina de Aragón o Medinacelli.

La expedición, que durmió en el Parador, quedó realzada por la Plaza Mayor de la ciudad, donde los vehículos más antiguos quedaron aparcados a lo largo de la mañana del sábado en exposición. Sus propietarios no dudaron en dejarse fotografiar con ellos y en permitir cuantas fotos quisieron sacar de ellos los turistas.

La expedición fue recibida por el alcalde de Sigüenza, José Manuel Latre, y por el concejal de Turismo, José Luis Alguacil. Sus integrantes se llevaron un detalle por parte del Ayuntamiento, además de ser guiados turísticamente por la ciudad. El secretario del Club, Carmelo Saiz, quedó maravillado por “la calidad monumental de una ciudad que no conocíamos”, y también por la “amabilidad seguntina”. Además, el presidente del club entregó a la ciudad, representada por el alcalde, un detalle como recuerdo de su visita.

“El binomio coches clásicos y Sigüenza tiene mucho recorrido, y siempre es un placer comprobar cómo expediciones procedentes de toda España, en incluso de Europa, se fijan en nuestra ciudad. Las visitas de estos clásicos son siempre turismo de calidad, que implica pernoctaciones y restauración, y que además le añade atractivos a nuestra ciudad, puesto que coches e historia componen bellísimas imágenes en Sigüenza”, valora José Luis Alguacil, concejal de Turismo. Por su parte, el alcalde de Sigüenza, José Manuel Latre, agradeció la visita de la expedición, y el detalle que los castellonenses tuvieron con la ciudad, “demostrando ser unos perfectos caballeros”.

Por las circunstancias meteorológicas, algunos de los vehículos más espectaculares no viajaron desde Castellón, por ser descapotables. Si lo hicieron algunas joyas mecánicas, como un Rolls Royce Corniche, de la década de los setenta, varios Porches de época y un Mercedes 280 automático, de seis cilindros. Los dos más antiguos eran un Jaguar 150 XK, del año 1958, y un Volvo, también de finales de los años cuarenta, rematriculado en el año 1965.

José Manuel Talón es el propietario del Jaguar 150 que se puede valorar, según su estado de conservación en torno a los “55.000 euros”, decía su propietario. Presidente y secretario coincidían en afirmar que, pese a todo, “es mucho mayor el valor sentimental de nuestros vehículos que el material”, y también que la de los clásicos es una afición “que te tiene que gustar mucho, porque además de ser cara, exige que te impliques con la mecánica y la conservación”, valoraba Talón. En cualquier caso, “conducir un clásico es un verdadero placer, es volver atrás en el tiempo, recordar la época en la que tú tenías que conducir los coches y no ellos a ti”, terminaba.

La semana que viene, Jaguars
Los próximos días 28 y 29 de marzo tendrá lugar también en Sigüenza, el primer encuentro internacional de coches Jaguar, organizado por Eric Arnold, presidente del Club de entusiastas de Jaguar (JEC) en España. El evento también va a contar con el apoyo del Ayuntamiento de la ciudad del Doncel.


JEC es el Club más grande del mundo de esta prestigiosa marcha de coches. Al encuentro acudirán coches de toda España y de otros países de Europa para hacer gala de evolución en las últimas siete décadas de las sugerentes líneas clásicas y deportivas de este referente del automovilismo internacional.