El próximo domingo, clase gratuita de Defensa Personal en Villanueva de la Torre a cargo de José Luis Pérez Valdehermoso

Como es obvio, las técnicas que se impartirán están basadas en el Kajukenbo, el arte marcial que practica José Luis desde los trece años, cuando recorrió junto a un amigo varios gimnasios de la provincia de Madrid buscando algo más allá del sota, caballo, rey que suponían el kárate, el judo y el taekwondo por aquella época. “El kajukenbo es defensa personal pensada para la calle, se creó en el Hawaii de finales de los años cuarenta precisamente para ayudar a contrarrestar la violencia callejera… se estudiaron varios estilos y se fueron depurando entre 1947 y 1949, muy enfocados a la práctica”. Sobre la isla, el Sifu villanovense confiesa uno de sus grandes anhelos, “no me gustaría morir sin visitarla, es la cuna del Kajukenbo”.

Allí le espera el gran maestro Robert New, su valedor en el mundillo, con quien entabló amistad en el campeonato del Mundo que se celebró en Portugal en 2012, donde espera volver este año; aunque no a competir, sino a seguir aprendiendo en los diversos seminarios que acompañan este tipo de eventos.

Kajukenbo, un deporte para ambos sexos
José Luis vino a Villanueva hace ya cerca de doce años, donde empezó a dar clases hace cinco, primero como escuela deportiva y luego ya como club, inscrito en Castilla La Mancha. En sus clases no hay restricción por edad y mucho menos por sexo; por el contrario, uno de sus mejores alumnos es una jovencita de catorce años que acaba de cosechar bastante éxito en La Batalla de Toletvm II, competición que se celebró la semana pasada en la capital castellano-manchega. “Antes solíamos competir en varios torneos provinciales, pero este año, con la crisis, seguramente este sea el único al que acudamos” confiesa con algo de amargura José Luis, si bien en seguida vuelve a iluminársele la cara cuando relata los grandes éxitos de sus chavales, “fuimos con cinco competidores y volvimos con siete trofeos, entre ellos tres primeros puestos de Valeria y Álvaro”.

Las personas mayores, también tienen hueco en sus clases, “viene bien para mejorar la flexibilidad y el equilibrio; evidentemente no vas a moverte como alguien de veinte años, pero puedes practicar las técnicas y mantenerte en forma”. José Luis, que imparte sus clases en el colegio Paco Rabal los sábados y domingos entre las once y las doce y media, espera aportar su granito de arena el próximo domingo. “No van a salir hechas unas expertas combatientes, pero puede ayudarles a reaccionar mejor, con más temple, que es lo fundamental en situaciones de riesgo como las que intentamos solventar; de hecho, eso es lo mejor que puede hacerse, mantener la calma y evitar la confrontación en la medida de los posible”, concluye José Luis.