La Columna de Economía de Arturo García
@arturogarciaal
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
De vez en cuando leo a diversos comentaristas económicos. Algunos en detalle, otros en diagonal. En concreto, me gusta leer por encima a uno al que conozco personalmente; no diré su nombre para no herir susceptibilidades. Es conocido en España. Además de escribir, se pasea por todas las radios y televisiones habidas y por haber. No calla, y eso es bueno para salir en la radio y la televisión. Es capaz de hablar de lo que sabe, y de lo que no sabe. No deja que una verdad le arruine una buena historia. Tiene respuesta para todo. El chaval es ocurrente. SIGUE
He de reconocer que me resulta muy difícil terminar una columna suya. Padece de incontinencia. Se pone a escribir, y no sabe decir nada en menos de 30 párrafos que adorna con múltiples enumeraciones. No sé exactamente cuál es su especialidad. Más bien tiene diez ideas (los hay que tienen menos, bien es cierto), y sus artículos suelen combinaciones de esas diez ideas. Es decir: siempre dice lo mismo pero en distinto orden. Es liberal extremista, el gobierno debe desaparecer, cualquier impuesto es un robo, las empresas son benefactoras, el beneficio es lo que debe regir la vida, los mercados son sagrados y no se equivocan, etc. Como tanto en esta vida, ni es cierto ni deja de serlo; es simplemente un tema de grado.
Aunque soy incapaz de terminar de leer cualquiera de sus columnas, leo con avidez los comentarios de sus lectores. Varios de ellos le ponen a parir citando hechos, no sólo argumentos. Hace poco uno de sus lectores descubrió que corregía sus artículos a posteriori con base en los errores que le descubrían los lectores. Y es que hablar de lo que no se sabe tiene sus peligros.
Pues bien, este señor defendía hace unos pocos meses en un auditorio en el que me encontraba que España quebraría indefectiblemente si no se hacía, al menos, una reforma profunda de las administraciones públicas de no me acuerdo cuántos miles de millones de euros. Francia, por su parte, le faltaban unos pocos meses para entrar en dificultades y, quién sabe, si ser el siguiente país en ser rescatado. No se ha hecho nada y no ha pasado ni lo uno ni lo otro.
En el colmo de la desvergüenza, ahora se pasea por las radios y televisiones defendiendo que España va como un tiro, y se escandaliza de las críticas que recibe por decir esto.
Esto no es saber dar marcha atrás. Esto es cambiar su discurso de un día a otro, sin explicación, sin argumentos, sin reconocer nada, sin coherencia. Dice lo que cree que queda bien, o quizá lo que más interés pueda atraer para seguir su carrera mediática ¡Qué gente hay por el mundo!
@arturogarciaal
Si (
No(
