Quer se prepara para vivir, un año más, sus fiestas mayores en honor al Cristo de la Misericordia, una celebración que fusiona devoción, historia y costumbres centenarias. Del 30 de agosto al 7 de septiembre, la localidad rendirá homenaje a su imagen más venerada, con actos que van desde la bajada de la talla hasta la tradicional subasta y la solemne procesión por las calles del municipio.
Desde tiempos inmemoriales, Quer ha mantenido viva la devoción hacia el Cristo de la Misericordia, cuya talla policromada del siglo XVII es el corazón de esta festividad. La imagen, según cuenta la leyenda y el himno del Cristo, llegó desde las Américas y será nuevamente protagonista en unas celebraciones que combinan actos religiosos con tradición popular.
Actos destacados de las festividades
El 31 de agosto, la Hermandad del Cristo, la más antigua de Quer, llevará a cabo la bajada de la imagen del Altar Mayor. Esta será colocada sobre las andas para su posterior procesión el día 5 de septiembre, considerado el día grande. La jornada comenzará a las 11:00 horas con una Misa Mayor en la iglesia de Santa María la Blanca y culminará con el traspaso del cetro entre el hermano mayor saliente y el entrante. Esta ceremonia, instaurada en 2008, se ha convertido en uno de los actos más significativos de las fiestas.
En vísperas del día del Cristo se mantiene la costumbre de cantar el miserere en latín. Ya por la tarde del 5 de septiembre, antes de iniciar la procesión, se celebra una tradicional subasta en dos turnos; el primero para portar la imagen y sus diez cintas, y el segundo para recogerla dentro de la iglesia. El pago se realiza al año siguiente como marca la costumbre.
La solemnidad de la procesión
La procesión es un momento cargado de respeto y devoción. Parte desde la iglesia hacia la Plaza Mayor recorriendo las calles Colón, Cervantes y Felipe IV antes de regresar al templo. A hombros de los fieles seteros y acompañada por música, la imagen vuelve a su lugar en el Altar Mayor mientras se entona el himno del Cristo, una pieza profundamente arraigada en el sentimiento popular.
Hasta finales de los años sesenta, esta fiesta se celebraba el 14 de septiembre; sin embargo, fue trasladada al primer fin de semana del mes para facilitar una mayor participación. Desde 1914, la música ha sido parte inseparable de esta celebración. Durante la Guerra Civil, los cofrades enterraron la imagen para protegerla, lo que refuerza aún más el vínculo entre Quer y su Cristo. Los miembros de la Hermandad son fácilmente reconocibles por portar una cruz con un lazo rojo, símbolo que antiguamente era imprescindible para acceder a misa y al convite del hermano mayor.
Misa en honor a los hermanos difuntos
El día después de la procesión se celebra una Misa en honor a los hermanos difuntos; este acto es obligatorio para todos los cofrades. Una semana después tiene lugar una asamblea donde se incorporan nuevos miembros a una Hermandad que actualmente cuenta con 126 integrantes. La entidad está regida por su secretario Gonzalo Ortega; su tesorero José Ramón Calvo; y el abad local Jesús Montejano. El presidente es siempre el hermano mayor, cargo que rota anualmente y cuenta además con dos alguaciles que completan su directiva.