La magnífica voz de la cantautora asturiana Marisa Valle Roso hizo vibrar a la Casa de la Cultura, en la cuarta entrega del ciclo de música independiente de este año. Con alrededor de media entrada, el evento se llevó a cabo en la tarde-noche del viernes 25 de abril, formando parte de las “Noches Acústicas 2025”, un ciclo que organiza el Ayuntamiento de Cabanillas del Campo con un concierto mensual durante el primer semestre.
Marisa Valle Roso, originaria de Langreo y discípula del reconocido Víctor Manuel, se presentó en solitario, acompañada únicamente por su guitarra eléctrica y un teclado sintetizador. Durante su actuación, ofreció una variada selección de temas extraídos de sus tres álbumes: “De lo fondero l’alma”, “Consciente” y “El tren de la libertad”.
Una mezcla de folclore y compromiso social
Las interpretaciones de Valle Roso están profundamente arraigadas en la tradición de la canción social comprometida. Su repertorio fusiona ritmos y melodías del folclore asturiano con letras originales que abordan temáticas sociales. Muchas canciones reflejan posturas feministas, como “Títere o esclava”, que trata sobre la violencia machista, y “El tren de la libertad”, que hace referencia a las movilizaciones contra los intentos de reforma de la Ley del Aborto en 2014. También destaca su reciente tema “Cenicientas de carbón”, que rinde homenaje a las mujeres asturianas involucradas en la histórica huelga minera de 1962.
Entre los momentos más destacados estuvo su interpretación de “Planta 14”, un clásico de Víctor Manuel, así como el himno “Santa Bárbara” que cerró su actuación. Valle Roso también ofreció piezas tradicionales como el “Romance de la Neña Isabel” y las “Vaqueiradas”. La velada incluyó otras canciones como “La macorina”, popularizada por Chavela Vargas, completando una hora intensa con un total de 16 temas que dejaron al público cautivado por su extraordinaria voz.
Laura Solla abre el espectáculo
Antes del plato fuerte, Laura Solla, una talentosa guitarrista gallega afincada en Madrid, tuvo el honor de abrir el escenario. Conocida por colaborar con numerosos artistas nacionales e internacionales, Solla aprovechó esta ocasión para presentar su nuevo proyecto en solitario. Aunque menos familiarizada con el canto, mostró su evolución hacia un estilo más personal con letras centradas en el amor y el desamor.
Temas como “Búsqueda infinita”, “Injusto”, “Día de mierda” y “Amigo” resonaron entre los asistentes, quienes ya conocían a Solla por sus anteriores presentaciones en Cabanillas. Como broche final, deleitó al público con una versión emotiva de “Todavía es tarde” del artista Ariel Rot.
Arte visual complementa la música
Como es habitual en estas sesiones musicales, se llevó a cabo una exposición plástica en la cafetería de la Casa de la Cultura. El ilustrador madrileño David Fernández exhibió sus obras centradas en personajes fantásticos provenientes del universo superheroico y sagas icónicas como Star Wars.
La próxima entrega del ciclo está programada para el 30 de mayo, donde Marilia Monzón será la artista principal.