La Catedral de Sigüenza es el monumento más importante de la provincia de Guadalajara

La Catedral de Sigüenza, de estilo cisterciense, tiene, por sus torres almenadas, un carácter que aporta al conjunto una nota brava y belicosa. Fue D. Bernardo de Agén, conquistador de Sigüenza (1124), el iniciador de la obra catedralicia. Continuó la obra el obispo D. Pedro de Leucate, siendo impulsada, definitivamente durante el pontificado del tercer obispo D. Cerebruno antes de 1166.

El románico se combina con el gótico, renacentista, plateresco, barroco y neoclásico.

La nave principal empezó a construirse según normas cistercienses en el s. XII, pero se terminó en 1495 en estilo gótico final. La girola y el claustro son ligeramente posteriores. La fachada -parece más un castillo que una iglesia- responde a las necesidades de una iglesia fortificada, con torres almenadas y dos gruesos contrafuertes. El rosetón y los ventanales románicos, con algunas vidrieras antiguas, atenúan débilmente la sobriedad general.

El interior es también muy sobrio, se cubre con altas bóvedas que apoyan en gruesos pilares fasciculados.

En su nave izquierda, hay una puerta condecoración heterogénea de pilastras renacentistas, arabescos mudéjares y arcos polibulados góticos. Gran tríptico de la escuela castellana del s.XV dedicado a S. Marcos y Santa Catalina.

El brazo izquierdo del crucero abre la Puerta de jaspes (s.XVI-XVII) multicolores da acceso al claustro. El altar de Sata Librada (s.XV), en la línea del sepulcro del Cardenal Mendoza de Toledo, fue concebido por Alonso de Covarrubiasa la manera de un retablo, con un altar en la hornacina central; sobre éste, hay una seria de paneles pintados con el martirio de la santa y sus ocho hermanas, nacidas todas, según la leyenda, en el mismo día. El Sepulcro de D. Fadrique de Portugal (s.XVI), también plateresco, es un poco más recargado.

Por su parte, el presbiterio cierra la capilla una bellísima reja (s.XVII) entre dos púlpitos de alabastro, uno gótico y otro renacentista. El retablo es de Giraldo de Merlo (s.XVII); en los muros sepulcros del Cardenal Carrilo de Albornoz y sus sobrinos.

CAPILLA DEL DONCEL.-

La Catedral guerrera guarda, celosamente, el sepulcro de su Doncel, con su belleza inmutable. Es cele bérrima su alabastrina estatua semiyacente: "El Doncel" por antonomasia; aquel joven comendador Martín Vázquez de Arce, noble guerrero que rindió a Dios su alma y su vida guerreando contra los moros en la vega de Granada (1486). Su estatua es muy original por su postura y su realismo. En el centro, mausoleo de los padres del Doncel. En la sacristía contigua se conservan varias tablas de la escuela castellana del siglo XV.

Por su parte, la sacristía de las cabezas es el primer diseño manierista trazado por Covarrubias (s.XVI). Su bóveda de cañon, tiene centenares de casetones, a base de cabezas, rosas y querubines. Muebles y puertas de nogal con tallas platerescas. Su capilla de las Reliquias (s.XVI) tiene una bella cúpula.

El claustro es gótico, aunque se construyó en el s.XVI. Tiene varias portadas platerescas que comunican con capillas. Una de estas conserva tapices flamencos del s.XVII.

La catedral es una muestra de capillas góticas, ábsides ojivales, retablos marmóreos, calados rosetones, frescos murales, óleos ensus altares y crucerías en sus bóbedas.

Su recorrido nos lleva a las salas capitulares, a los armarios de casullas de oro, al camarín del tesoro, a los enterramientos...

Ella misma con su magnanimidad, nos dice de los reyes que han penetrado por el pórtico de honor y de los obispos que se han ceñido la mitra en su crucero.

Son de destacar los tallistas: Martín de Vandoma y Rodrigo Alemán, como es buena muestra la sillería de nogal en el coro del mecenas Cardenal Mendoza (s. XV).

La catedral fue restaurada tras los daños sufridos en 1936. Es Monumento Histórico-Artístico desde 1931.