OPINIÓN

Los profesionales sanitarios del Hospital de Guadalajara, ¿son verdaderamente…una autoridad?

Lord Charles Albert | Jueves 31 de marzo de 2022

El personal de la sanidad pública española tiene la calificación de funcionario (con excepción de los empleados públicos, que si bien NO han aprobado la oposición pertinente que les da la condición de funcionario, sí la tienen en tanto en cuanto desarrollan una actividad pública, la sanidad pública.

En el mundo anglosajón, el término funcionario proviene de “civil servant”, es decir un servidor civil, un servidor púbico. Un servidor que desde el sector público está obligado a atender al público, al administrado, al ciudadano, y para hablar con propiedad, al contribuyente, que paga, a través de sus impuestos, para que el servidor público haga su trabajo y le atienda debidamente, recibiendo un servicio eficiente, ágil y profesional.

Debido a esta sociedad “buenista” que nos ha tocado vivir, los profesionales de la sanidad tienen reconocida la condición de autoridad pública, a nivel nacional. Esto significa que aquellos pacientes, ciudadanos y contribuyentes que agredan a uno de los profesionales sanitarios durante su trabajo tendrán una pena mayor. (artículo 550 del Código Penal : “1. Son reos de atentado los que agredieren o, con intimidación grave o violencia, opusieren resistencia grave a la autoridad… En todo caso, se considerarán actos de atentado los cometidos contra los funcionarios docentes o sanitarios que se hallen en el ejercicio de las funciones propias de su cargo, o con ocasión de ellas”.

Así las cosas, analicemos el caso del Hospital de Guadalajara.

El pasado 25 de enero el Hospital de Guadalajara cumplía 40 años. Se dice pronto, ¡cuarenta años!, se dice pronto, y se comprueba al instante. Cualquier, ciudadano, paciente y contribuyente que atraviese sus puertas creerá que ha entrado en un túnel del tiempo, y se ha retrotraído a los años ochenta. Nada ha cambiado, las instalaciones, los equipamientos, los edificios, las consultas, las puertas, los cuartos de baño, el mobiliario, las ventanas, las persianas, son las mismas que hace cuarenta años. El tiempo no ha pasado por el Hospital de Guadalajara, sigue anclado en el siglo pasado, en los años ochenta…

Pero hoy día, en pleno siglo XXI, en 2022, el Hospital de Guadalajara es el “number one” en el batallón de los torpes, en las listas de espera en especialidades tales como Cirugía Digestiva y General, Oftalmología, Urología, Traumatología, Cirugía Vascular, Maxilofacial, Otorrinolaringología o Ginecología con ¡más de 120 días de espera!… tal y como señalan los datos oficiales.

Las trampas y triquiñuelas que los mediocres que gestionan los hospitales hacen en las listas sanitarias han sido a menudo descubiertas y denunciadas.

Como se señalaba al principio, el contribuyente paga, a través de sus impuestos, para que le presten un servicio profesional, eficiente y ágil. Pero la realidad en el Hospital de Guadalajara dista mucho de la realidad.

Al igual que los profesionales sanitarios españoles se van a trabajar a Inglaterra, Irlanda, Alemania o Francia, básicamente porque se pagan salarios más altos, España, Castilla La Mancha y en especial Guadalajara, recibe profesionales sanitarios de otras latitudes que en demasiadas ocasiones, su cualificación, preparación y capacitación profesional deja mucho que desear…como dice un amigo mío, médico, “Alguien tiene que hacer las guardias y cubrir las vacaciones, no solo en verano, si no en Navidades, Semana Santa, y también por qué no, en la llamada Semana Blanca”.

Huelga decir, que el servicio y la atención que recibe el ciudadano, paciente y contribuyente (cuando lo que está en juego, es la vida) deja mucho que desear, y es cuando menos, manifiestamente mejorable…

Da vergüenza ajena ir a las 18 salas de Oftalmología del Hospital de Guadalajara y ver al ciudadano, paciente y contribuyente arremolinarse, como en un mercado persa, para que le pongan unas gotas de dilatación en los ojos, causa sonrojo comprobar la manera displicente, autoritaria y poco educada con que desde la recepción del Hospital de Guadalajara se trata a los ciudadanos, pacientes y contribuyentes como si fueran un rebaño de ovejas,…

Para qué seguir, son numerosísimas las quejas y reclamaciones que recibimos en la redacción de este periódico sobre el trato poco profesional, la falta de consideración y empatía del personal sanitario (“parece que solo están esperando a cobrar a final de mes”, nos manifiestan) el servicio defectuoso de ambulancias, el caos y la falta de información, la misión imposible de que te atiendan al teléfono, etc, etc, (A continuación les dejo un enlace de una experiencia en el Hospital de Guadalajara, pone los pelos de punta..

https://www.guadanews.es/noticia/60086/opinion/cartas-al-director-:-estremecedor-relato-de-una-muerte-por-coronavirus-en-guadalajara-con-muchos-interrogantes.html

En fin, cabe preguntarse si detrás de tanto despropósito hay alguien mínimamente competente que está al frente de los mandos, o simplemente los responsables que “gestionan” la sanidad en Guadalajara tienen “cum laude” en años de carnet, docilidad y sumisión al partido político que gobierna en Castilla La Mancha.

Los profesionales sanitarios del Hospital de Guadalajara ¿son verdaderamente una autoridad? O más bien, visto lo visto, ¿es el ciudadano, paciente y contribuyente el que merece tal reconocimiento de autoridad?

Ahí lo dejo…

TEMAS RELACIONADOS:


Noticias relacionadas