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Casa Rural El Callejón, el sueño de Janusz en Albalate

REDACCION | Sábado 15 de agosto de 2020

Al final de El Callejón de la Iglesia de Albalate, hay un sueño cumplido. Es el de Janusz, el marido de Rosa Yunta. Emigrado de Polonia, su país natal, hace 22 años, debido a las circunstancias entonces del país, ha encontrado la felicidad en La Alcarria, junto a su esposa y sus dos hijos. Pero le faltaba algo.

Albañil de profesión, y residente en una casa, herencia de la familia de Rosa, Janusz quería tener en Albalate un lugar que lo anclase definitivamente a la tierra que tanto quiere. La oportunidad llegó cuando la vivienda donde ahora se ubica la Casa Rural El Callejón salió a la venta. Justo detrás de la Iglesia, en pleno centro de Albalate.

La Caixa propietaria del inmueble, hizo una oferta irrechazable, y la familia Kapusta-Yunta decidió aceptarla. “Fue mi marido quien insistió más, con la idea de dejársela en el futuro a nuestros hijos”, dice Rosa. Sin embargo, pronto nacería en ellos la idea de rentabilizar la compra, convirtiéndola en un negocio familiar.

Janusz se volcó en la reconstrucción del local. En cada rincón de la casa, ha dejado su impronta. No hay habitación sin un detalle de calidad, sin un guiño al buen gusto del oficio. “Todos los clientes nos lo dicen. Buscan esos detalles”, dice Rosa.

Y es que cuando uno hace un trabajo a capricho, se deja el alma. Después de dos años de trabajo, el polaco, de corazón albalateño, ha convertido el lugar en un maravilloso exponente de hasta qué punto se puede llevar el noble oficio de construir. El resultado es una casa rural de cuatro habitaciones, un baño completo, un aseo, cocina, comedor, y una gran terraza que sale de una de las habitaciones en la planta superior. Abrió sus puertas en 2018.

La Casa Rural El Callejón ofrece un completo servicio de desayuno para sus clientes. “Bollería, leche, café, un poco de todo”, explica Rosa. En este tiempo, la Casa Rural El Callejón se ha ido haciendo con su sitio y con un nombre. “El invierno es flojito, el verano, mucho mejor”, explica Rosa. En este tiempo de pandemia, fueron muchos los clientes que cancelaron sus reservas. Ahora, con el verano, y la vuelta a la actualidad del turismo hacia los pueblos, el público, responde. Rosa tiene muy en cuenta las medidas de seguridad necesarias. “Ofrezco la limpieza de la casa, geles, guantes y mascarillas”, dice.

Sobre todo, sus clientes, proceden de Madrid. La Casa se anuncia en diferentes plataformas digitales como Top Rural, pero sobre todo, “lo que funciona es el boca a boca”, señala.

Lo que más les gusta de Albalate a la gente que nos visita es el campo, la fuente, la tranquilidad que se respira. “Suben a la sierra, a la urbanización que tenemos, y les encanta”, señala Rosa. La hostelería albalateña, ayuda mucho, con media docena de restaurantes de gran calidad, que son una extensión perfecta de la Casa Rural, y viceversa.

Para complementar la estancia, en un pueblo que posee un marco natural incomparable, Rosa da a conocer a sus clientes la oferta de ocio activo y de aventura que existe en la zona. “Les informo de todo lo que se puede hacer aquí, las rutas de senderismo, el deporte de aventura y tienen a su disposición tarjetas del centro hípico donde también pueden disfrutar de las actividades ecuestres. Los negocios de la zona nos complementamos y, por lo tanto, nos ayudamos, siempre con la máxima de ofrecer al cliente el mejor servicio en el mejor entorno” concluye Rosa. También por esto, Albalate es el camino hacia tus sensaciones.


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