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Según el útlimo barómetro de GAD/3, los socialistas podrían pactar con Podemos y Bildu y arrebatar el Gobierno al PNV

Domingo 08 de marzo de 2020
Las elecciones autonómicas del 5 de abril en el País Vasco podrían abrir la puerta a un cambio del color político del lendakari. El PNV sube, pero queda aún lejos de la mayoría absoluta, mientras que el Partido Socialista de Euskadi (PSE) tendría la posibilidad de mirar a Podemos y Bildu para formar una alternativa, ya que estos tres partidos ahora mismo podrían sumar una mayoría absoluta en el Parlamento vasco, según el último barómetro de ABC/GAD3. Al mismo tiempo, la coalición del PP y Ciudadanos se quedaría en siete diputados, dos menos de los obtenidos en solitario por los populares en las anteriores elecciones. Y Vox entraría por primera vez en la Cámara autonómica.

El PNV sigue siendo el primer partido en el País Vasco, con una ventaja destacada frente a todos sus rivales. Desde las elecciones autonómicas de 2016 gana dos o tres diputados, pero ojo porque en apenas tres semanas su tendencia ha dado un giro. Queda por ver en próximas encuestas si los nacionalistas vascos seguirán en lenta, pero continua caída, o ha sido solo un tropiezo. Detrás de este frenazo y marcha atrás puede encontrarse la gestión en el vertedero de Zaldívar, donde siguen enterrados dos hombres desde hace más de un mes. El PNV se deja seis décimas de estimación de voto y un escaño desde el barómetro de febrero, y en este momento obtendría un 39,9 por ciento de apoyos con 30 o 31 diputados.

En el Parlamento vasco, la mayoría absoluta se sitúa en 38 escaños, de un total de 75. El partido de Andoni Ortuzar e Íñigo Urkullu necesitaría pactar para seguir en el poder, y podría elegir entre el PSE y Bildu.

El pacto con Sánchez en Madrid, que permitió al líder socialista seguir en La Moncloa gracias a los seis votos del PNV en el Congreso a cambio de todo tipo de cesiones a los nacionalistas, incluida la gestión de nuevas competencias, podría ser el mejor salvoconducto para reeditar un acuerdo en Vitoria, pero a la inversa.

Pero con Sánchez cualquier escenario es posible. Incluida una mayoría alternativa que ponga al PNV en la calle. El PSE obtendría entre 10 y 12 diputados, hasta tres más que en las elecciones de 2016. Su socio en La Moncloa, Podemos, obtendría siete escaños, cuatro menos que en 2016. A estos podrían sumarse los 18 o 19 que lograría Bildu. El PSOE ya ha cruzado la línea roja de hablar, negociar y pactar con los herederos de Batasuna, por lo que es una opción claramente posible. En las horquillas mayores de las estimaciones de voto de estos tres partidos, obtendrían 38 diputados, justo la mayoría absoluta.

En el centro-derecha constitucionalista, la coalición del PP y Ciudadanos apenas supone una mejora para sus expectativas electorales. En las últimas elecciones, el PP, con Alfonso Alonso como candidato, obtuvo nueve diputados. En el barómetro preelectoral de hace tres semanas, los populares, aún en solitario, bajaban a siete, con un 7,9 por ciento de estimación de voto. Ciudadanos, por su lado, se quedaba en el 0,8 por ciento, con cero diputados. Ahora, ya con la coalición formada y con Carlos Iturgaiz como candidato a lendakari, la estimación sube al 8,6 por ciento, pero seguirían siendo siete escaños, cuatro por Álava, dos por Vizcaya y uno por Guipúzcoa. De estos, dos serían para Ciudadanos.

La coalición del PP y Ciudadanos no logra frenar el ascenso de Vox en el País Vasco. El partido de Santiago Abascal conseguiría un diputado por Álava. Sería la primera vez que obtuviera representación. En las elecciones autonómicas de 2016, Vox se quedó en un 0,1 por ciento de los votos.


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