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INTERVIU Cuernos y deudas en Podemos Toledo

REDACCION | Jueves 10 de agosto de 2017

Un empresario, su mujer, un artista metido a político y un abogado peruano, todos ellos inscritos en Podemos Castilla-La Mancha, llevan días cruzándose denuncias tras la brutal paliza recibida el 22 de julio por uno de ellos: Fernando Barredo, escultor y líder de una corriente del partido morado. Una acusación de malos tratos, sobreseída, y otra de chantaje, junto a algunos documentos que aparecieron en el lugar de la agresión son claves para la policía, que ha detenido e interrogado al abogado y a uno de sus hijos. Cuando entró en Podemos Castilla-La Mancha, lo hizo ofreciéndose a echar una mano en labores jurídicas.

No en vano, Guillermo Alfonso Pérez-Reyes, de 62 años, es abogado. Se licenció en Derecho en Lima, su ciudad de nacimiento, y se está doctorando en la Universidad Carlos III de Madrid, la ciudad donde ejerce. Aunque su especialidad es el Derecho Laboral, hoy es un caso penal el que absorbe todas sus energías, pues son él mismo y uno de sus hijos, de momento, los principales investigados. La policía detuvo a Pérez-Reyes el pasado 2 de agosto para interrogarle por la tremenda paliza que, el 22 de julio, alguien propinó al escultor Fernando Barredo, integrante de Podemos Castilla-La Mancha y líder de la corriente Imagina Podemos, pequeña plataforma crítica del partido morado en Toledo. También interrogó al mayor de sus hijos, de 27 años. El abogado aún se muestra perplejo por su detención: “Me interceptaron en plena calle; estaba con mi mujer. Fue bochornoso”, dice. Al día siguiente, el juez los dejó en libertad con cargos que aún desconocen, pues la investigación sigue bajo secreto. Es el último episodio de un caso que al principio se presentó bajo la apariencia de una venganza amorosa, y que ahora muestra nuevos trasfondos. Pérez-Reyes considera su detención “totalmente innecesaria. Yo ya había ido a hablar con la policía días antes, y presenté una denuncia por intento de incriminación”.

En esa comparecencia precisamente se basa una de las vías de la investigación. El 31 de julio, una semana después de la paliza, cuando aún Barredo se recuperaba de sus moratones y relataba su versión en diarios y televisiones, Pérez-Reyes fue a la comisaría e interpuso una denuncia contra el agredido. Uno de los párrafos de la denuncia, escrito con evidente irritación, habla de una deuda impagada: “Que los minutos de televisión que Fernando Barredo ha tenido la semana pasada –por la paliza que había recibido– valen muchos cientos de miles de euros como publicidad gratuita, y además este Fernando presume que vive muy bien de su sueldo, que regala obras de arte valoradas en 40.000 euros, y sin embargo no le ha pagado aún los honorarios profesionales por más de cuarenta horas de asesoramiento jurídico…” La minuta impagada supera los 5.000 euros. El abogado llevaba un año trabajando para el líder de Imagina Podemos, y le ayudó a reclamar en primavera, en un juzgado de Madrid, la nulidad de las elecciones internas de Podemos en Castilla-La Mancha. Y también apoyó a Barredo en sonadas protestas en el congreso de Podemos Vistalegre II. Reguero de sangre A Fernando Barredo y a su número dos en Imagina Podemos Castilla-La Mancha, Hedvig ‘Heidi’ Vázquez, aún les tiembla la voz cuando recuerdan lo ocurrido el sábado 22 de julio. La noche anterior, él y ella habían ido a una asamblea de la plataforma para discutir si apoyaban el pacto propuesto a Podemos por el presidente castellano-manchego, el socialista Emiliano García-Page. “Al salir, un coche nos seguía a mí y a Heidi. Conseguimos darle esquinazo. Para que no se asustara, invité a Heidi a dormir en mi casa”, explica Barredo, que además es miembro del Consejo de Coordinación Regional de Podemos. A las nueve de la mañana siguiente llamaron a la puerta. Se presentó un supuesto repartidor que dijo traer “un paquete de Alcalá de Henares para Fernando Barredo”, según se lee en el atestado policial. Tras abrirle, y sin mediar palabra, el individuo, que “llevaba un casco de motocicleta con el frente abierto”, empezó a golpear al político toledano “en la cabeza, con algún tipo de objeto contundente”. Le propinó “patadas y puñetazos en el rostro”. Barredo, de 57 años, se defendió haciéndose con el bolígrafo del repartidor y clavándoselo en una pierna. Tras oír gritar a Fernando “¡Socorro, policía!”, Heidi, de 54 años, intentó ayudarle “cogiendo un maza [de escultor] y golpeando al individuo en el casco y en la parte baja de la espalda, siendo también golpeada por esta persona”.

El agresor huyó dejando un reguero de gotas de sangre. Barredo quedó tendido en el suelo. Sufre “traumatismo craneoencefálico con fractura de suelo de órbita derecha, pared medial y arco cigomático del mismo lado”, entre otras contusiones, según parte emitido por el hospital Virgen de la Salud de Toledo. “Todo fue en cuestión de segundos”, dicen a interviú Fernando y Heidi en un parque. Tienen miedo, saben que el agresor sigue suelto, y no se fían ni de su sombra. “Estoy convencido de que era un sicario y quería matarme. Heidi me salvó la vida al atacarle con la maza”, apunta Barredo, artista conocido como Loc y profesor de Bellas Artes en un instituto de la capital toledana. A los pocos minutos de la paliza, Imagina Podemos colgó en Twitter una foto del agredido aún sangrando con el texto: “Esto le ha pasado a Fernando Barredo, el compañero que defiende a Heidi”, y los hastags #ViolenciaMachista y #NiUnaMenos. Horas después de la agresión a Barredo, Heidi se personó en la comisaría de Policía para solicitar medidas de protección contra su marido, el empresario Manuel Vázquez Jaén, albaceteño de 63 años, dueño de una firma de alquiler de aviones privados y de la empresa Kuka Robots Ibérica, e inscrito en Podemos, tras denunciarle por un delito de “continuo mal trato psicológico (…) recibido durante su matrimonio”. Culpa al marido La mujer, nacida en Hungría, de nacionalidad alemana y residente desde hace años en España, también hablaba de una supuesta paliza que le habrían propinado su marido y su hijo en 2008, en Hungría, y que desde entonces “se han dedicado a calumniarla y difamarla”. Añadía también que a mediados de mes se había enterado por el abogado Pérez-Reyes que su marido había presentado una demanda de divorcio.

En la denuncia, se lee que Heidi dice estar “segura”, de que quien agredió a Fernando Barredo es “un sicario enviado por su marido”. Hedvig y Manuel Vázquez llevan casados desde 2009, si bien han convivido desde 1992. Ella tiene dos hijos de un matrimonio anterior, uno de los cuales solicitó el 17 de julio en el juzgado de Instrucción de Quintanar de la Orden (Toledo) “un procedimiento de incapacitación de Hedvig Váquez Jaén y su examen por un médico psiquiatra-forense (…) y así evitarse un posible suicidio con el que amenaza constantemente”. En su escrito, al que ha tenido acceso esta revista, Balazs Vázquez detalla que su madre “sufre problemas de carácter mental”. Y afirma que ella le ha acusado ante la Hacienda y la Guardia Civil de irregularidades en la gestión de una de sus empresas.

El pasado 27 de julio, el Juzgado de Instrucción 1 de Quintanar desestimó las medidas de protección solicitadas por Hedvig Vázquez y sobreseyó su denuncia por malos tratos. “La señora Vázquez no ha acreditado haber formulado denuncia alguna, salvo la presente, durante los veinticinco años en los que, según su versión, se han desarrollado los malos tratos”, dice el auto. Manuel Vázquez prepara una querella contra Fernando Barredo. “Han intentando incriminarme en la agresión, y presentarme como un maltratador”, se lamenta. Días antes de la paliza, el empresario había denunciado por injurias a Barredo tras recibir este mensaje telefónico del artista: “No eres el primer maltratador de mujeres al que hago frente, Manuel. Con tu actitud me demuestras que Heidi necesita ayuda y asesoramiento profesional”. Según Vázquez, “estos insultos los recibí por la denuncia que presenté a la comisión de garantías del partido”.

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