CASTILLA-LA MANCHA

El arzobispo de Toledo pone a escurrir, con razón, a Page y a sus socios de Podemos

REDACCION | Jueves 03 de marzo de 2016
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha calificado este jueves de "absolutamente disparatada" la proposición no de ley que han presentado PSOE y Podemos en las Cortes de Castilla-La Mancha sobre la atención religiosa en los servicios públicos y ha considerado que es "un brindis al sol".

Braulio Rodríguez ha criticado la proposición no de ley en la que PSOE y Podemos piden que se suspendan las disposiciones derivadas de acuerdos que obligan a las comunidades autónomas a pagar con dinero público la atención religiosa de los servicios públicos, cuyo texto ha definido como "un sofisma".

El arzobispo de Toledo ha cuestionado la parte de la proposición no de ley en la que se aboga por suspender cualquier disposición derivada de acuerdos y convenios internacionales que trasladen la obligación a las comunidades autónomas de financiar con dinero público los servicios religiosos, que le parece "absolutamente disparatada".

No comparte que se haga "toda una exposición de motivos sobre la libertad que tienen todos los ciudadanos españoles a expresar sus ideas religiosas y se garantice a todos que no haya discriminación". "Parece que los que hacemos discriminación somos la Iglesia Católica porque en muchos centros hospitalarios hay un sacerdote, dos o tres, los que fueren, que se desviven y trabajan muchas horas para ayudar a los que les piden ayuda espiritual", ha afirmado el arzobispo de Toledo.

Y ha añadido: "Parece que estos dos partidos lo que están diciendo es que nosotros somos los que discriminamos y ellos son los buenos de la película, que son los que garantizan la libertad religiosa", lo que en su opinión es "un sofisma muy grande y lo digo con todas las palabras", ha puntualizado.

Según el arzobispo de Toledo, a unas Cortes autonómicas "no le compete" hablar de cosas como los acuerdos Iglesia-Estado, "porque, lo quieran o no, esos acuerdos forman parte del acervo jurídico del Estado español y están protegidos por garantías jurisdiccionales de los tribunales de justicia", y por tanto, "tienen carácter de tratados internacionales, y todavía muchos no se han enterado de eso".

El arzobispo primado se ha preguntado: "Qué es lo publico, es exclusivamente el lugar que marca la dimensión institucional del Estado, un espacio neutral, como una especie de campana donde la que se ha hecho el vacío de valores, motivaciones, creencias, compromisos morales". Y ha continuado su reflexión: "O por el contrario, es el espacio donde se desarrolla la totalidad de la vida humana, donde confluyen diversas creencias, convicciones, formas de comprender la vida, en una palabra la sociedad plural y ahí es donde está el tema, la sociedad plural y la libertad".

De otro lado, se ha preguntado si en estos momentos ese es "el problema más gordo que tenemos en España, en Castilla-La Mancha". "Yo creo sinceramente que no, me parece bien que digan, que traten, que firmen, que acuerden, pero hay que tener un poco en cuenta la situación real", ha dicho, afirmando que no quiere decir con ello que estos problemas no se aborden.

"Con eso no creo que haga ningún agravio a nadie, pero me parece de una cosa menor cómo se va a pagar los 425.000 euros al año para las cinco provincias --de los servicios religiosos--", ha manifestado, lamentando que "según estos señores no tenemos derecho a ninguna cosa", aunque como ha recordado, "pagamos nuestros impuestos".

Preguntado también por la enseñanza concertada, ha señalado que, aunque no es "ningún agitador de masas", lo que tienen que hacer los padres católicos que quieren este tipo de educación es reivindicar sus derechos, "desde el punto de vista de que pagan los impuestos".

"Ojalá que cada vez hubiera mejor enseñanza, tanto de la iniciativa del Estado como la privada, porque eso es bueno para todos", ha destacado el arzobispo, que ha añadido que "luego está lo de siempre, estamos hablando de ahorrar dinero y aprobar los presupuestos, pero la enseñanza concertada es más barata".

"No sé los economistas qué dirán de esto", ha concluido monseñor Braulio Rodríguez, quien ha precisado que con sus manifestaciones no quiere "interferir en la actividad del Parlamento".

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