La Columna de Economía de Arturo García
Lo de Grecia y lo de España
Todavía estamos poniendo orden en nuestro sistema financiero derivado de la burbuja inmobiliaria, cuando otros países están afrontando otra nueva crisis derivada de la deuda soberana de los países.
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
Dado el deseo pertinaz de rescatar a Grecia, es conveniente ver las motivaciones para seguir dando dinero a este país, previsiblemente a fondo perdido. Por otro lado, en España seguimos sin resolver la primera de las crisis que se han encadenado, esto es la del sistema financiero derivado de la burbuja inmobiliaria. Comenzando por Grecia, esta semana el Wall Street Journal incluía un artículo en el que sintetizaba los problemas que provocaría una salida de Grecia del Euro. En primer lugar, según los tratados europeos la única forma en la que un país puede salir de la eurozona es abandonando la Unión Europea lo que empeoraría aún más la situación de Grecia, al perder el país el acceso a los fondos de la EU y los beneficios de pertenecer al mercado único. En segundo lugar, en cuanto se supiera de la salida de Grecia del Euro se produciría una retirada masiva de los fondos de sus bancos. Tercero, Atenas podría decidir reconvertir en dracmas los activos y la deuda que estén bajo legislación griega, SIGUE
Pero los que estén sometidos a la legislación internacional tendrían que negociarse de forma individual, un proceso que podría prolongarse durante meses o incluso años mientras se provocaría la quiebra de muchas empresas financiadas internacionalmente. Cuarto, Atenas tendría que recapitalizar sus bancos y hallar un medio de seguir financiando sus propios préstamos lo que tendría que hacerlo imprimiendo dinero, con lo que correría el riesgo de provocar hiperinflación. Por último, el cambio de moneda implica años de minuciosa planificación.
Algunos (Credit Suisse) cuantifican los problemas en una pérdida del 20% del PIB de Grecia, unas pérdidas de 300.000 millones de Euros a los bancos de los países fuertes de la Eurozona, y de 630.000 millones a las entidades de los países periféricos. Por esto, se sigue apoyando a Grecia.
De lo anterior, deduzco, que la Eurozona apoyará a Grecia al menos por un importe que iguale las cifras anteriores, creyendo que hace bien. A quien no le gusten estos cálculos, que cojan otros o que hagan ellos mismos sus cálculos.
Ya saben que mi opinión es contraria a la moneda única, esto es contraria a perder la política monetaria, o sea opuesta a que España o Grecia pueda tener la misma política monetaria que Alemania. No obstante, admito que puedo estar equivocado, e incluso nada me gustaría más que nuestra economía se pareciera a la Alemana y que pudiese funcionar con su misma política monetaria.
Sin embargo, desde fuera de la Unión Monetaria se repite una y otra vez que ésta no puede tener un buen final mientras no se unifique las políticas económicas de los países, como es obvio. Esto lo que significa es que si Alemania y Francia aportan la mayoría de los fondos que debe Grecia, para evitar la quiebra de este país, van a querer obligar a este país a cumplir los requisitos que aquellos países impongan desde el punto de vista económico.
Resumiendo, estamos viendo como Alemania y Francia pagan las deudas de Grecia (España también en menor medida) para no resultar perjudicadas en mayor medida con la esperanza de que Grecia les haga caso en su política económica posteriormente. Yo creo que esto es un error, de principio (creación de la moneda única) a fin (que otros países pagan las deudas de Grecia creyendo que la Economía griega va a cambiar de la noche a la mañana).
En otro orden de cosas, en España seguimos a nuestra bola, haciendo cosas que otros países han hecho hace varios años. Y es que mientras que en otros países se comenta la posibilidad de sufrir una nueva recesión, en España todavía no hemos salido de la primera.
En otros países, el Estado tuvo que rescatar a la mitad de su sistema financiero, y las entidades financieras se dieron las pérdidas correspondientes. Actualmente, los bancos rescatados están dando beneficios y están devolviendo el dinero “invertido” en ellos. En España, sin embargo, se acaba de anunciar que el FROB, el Estado, o quien sea, toma el 100% de Unnim y CAM, el 93% de Novacaixagalicia y el 90% de CatalunyaCaixa. Todavía estamos poniendo orden en nuestro sistema financiero derivado de la burbuja inmobiliaria, cuando otros países están afrontando otra nueva crisis derivada de la deuda soberana de los países.
Más nos valdría haber reconocido las cosas como son y poner remedio a uno de los primeros temas ineludibles para salir de la crisis: un sistema financiero saneado para que pueda actuar como actor económico moviendo el dinero. Ahora, sin salir de la primera crisis, debemos gestionar también la segunda.
Fdo.: Arturo García