Exitoso balance del Día del Turista en Brihuega

El buen tiempo y el seductor y variado programa que se descubre al visitar la villa alcarreña de Brihuega se ha visto sobredimensionado durante la XII edición del Día del Turista, jornada en la que sin duda se ha incrementado notablemente la afluencia de turistas a esta localidad de la Alcarria con respecto al resto del año, pero resulta especialmente destacable el aumento en comparación a la pasada edición.

Han sido cientos las personas que se han acercado hasta el conocido como “Jardín de la Alcarria” para disfrutar de una jornada especial por la apertura gratuita al público de todos sus monumentos; pero también, por su oferta gastronómica, con tapas a un euro en una veintena de bares y restaurantes, e igualmente las visitas turísticas nocturnas organizadas para estas ocasión.

Si bien el sólo hecho de pasear por la villa despierta el interés de muchos de sus visitantes y turistas, las estadísticas municipales confirman y desvelan la creciente expectación con respecto a la edición XI del Día del Turista en casi todos sus monumentos.

La visita a la capilla mudéjar del castillo, a la iglesia de Santa María, en la zona conocida como el Prado de Santa María –donde se congrega la mayor cantidad de monumentos y algunos de los más reseñables- o al convento de Las Jerónimas, de propiedad privada y rehabilitado recientemente, han despertado la curiosidad de gran parte del turismo. En el caso de las Jerónimas, no sólo de turistas sino de los propios vecinos, ávidos de vislumbrar el cambio registrado tras la reforma.

También las cuevas árabes, un laberinto de galerías subterráneas convertido en almacén de víveres en épocas posteriores, situadas bajo la Plaza del Coso briocense y de propiedad privada, ha provocado interés, al igual que la visita guidada nocturna con “parada” en algunos de los personajes ilustres briocenses, congregando a varios cientos de curiosos, expectantes por la intriga que despierta una actividad convocada con el aliciente que le da la oscuridad de la noche.

Otros de los monumentos más visitados han sido: San Felipe, la iglesia de San José, Vera Cruz, San Miguel o la Plaza de Toros; y el Museo de Miniaturas ha sido otro de los espacios que ha llamado la atención del turista en esta jornada de puertas abiertas.

Tal y como confirma la concejala de Turismo, Laura Corral, “el incremento de público a todos y cada uno de nuestros monumentos ha sido reseñable con respecto a la pasada edición, algo que tenemos que agradecer desde nuestro municipio”.

En cuanto a la visita guiada nocturna, unas 300 personas han tenido la posibilidad de disfrutar de este singular recorrido por algunos de los personales ilustres que han marcado la historia de esta villa por unos u otros motivos.

Ha sido la segunda edición de esta actividad pero tal y “también en este caso, el éxito sigue marcando su continuidad para próximas ediciones, sin descartar nuevas propuestas con el único fin de satisfacer a briocenses y a foráneos”.

La rica oferta gastronómica y la convocatoria de la Ruta de la Tapa, así como un variado programa musical, la Banda de Música de Brihuega por sus calles, los gigantes y cabezudos amenizando la jornada con su alegría y color, y la numerosa convocatoria del mercado artesanal en El Coso, han sumado atractivo a este festejo, al que se añade como aliciente indiscutible y natural, el propio paisaje de una comarca en la que se respirar cultura, naturaleza y serenidad. Todo ello ha ayudado y ayuda a que Brihuega sea y siga siendo un lugar estratégico en el que pasar uno o varios días.

Concierto: “El Greco entre dos mundos”

Y más novedades y oferta para los “paladares” de un público exquisito ha sido la presentación del emotivo cortometraje del guadalajareño Pedro Solís, ganador de un Goya, “Cuerdas”; o el gran concierto celebrado en la iglesia de San Miguel, a cargo del grupo Musicai Ensemble Praeterium, que interpretó el programa “El Greco entre dos mundos” un viaje musical de música renacentista y barroca.

Declarada conjunto histórico-artístico en el año 1973 y, en su día villa de descanso de los arzobispos toledanos, Brihuega conserva a la par que su atractivo monumental, la singular belleza natural que le otorga su privilegiada ubicación en la Alcarria de Guadalajara, tan nombrada y querida por el Nobel Camilo José Cela.