De la Guardia Civil a la Hemetérica, pasando por la Crisis

Fundada por el duque Ahumada en 1844, la Constitución en su artículo 104, fija la misión primordial de la Guardia Civil, en proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades de los españoles y garantizar la seguridad ciudadana,

Esta crisis que ya va para cumplir siete años, no ha dejado a nada ni a nadie indiferente.

Ayer terminaba de leer un informe que me hacía llegar la Asociación Unificada de la Guardia Civil. Como cuerpo y jerarquía militar, sus derechos sindicales y laborales, se encuentran, en cierta medida, constreñidos y limitados.

Leo literalmente: "Al analizar su actividad (...) se llega a la conclusión de que es ciertamente escasa. Sorprende que siendo la vigilancia de carreteras un cometido fundamental que queda patente en la diversa normativa, y al que según sus papeletas de servicio usted ha dedicado mucho tiempo y ha recorrido muchos kilómetros, no haya observado ni una sola infracción".

Éste es un fragmento de un escrito que recibió un agente de la Guardia Civil de Tráfico, en el que su superior le alertaba de su "bajo rendimiento profesional" a juzgar por el escaso número de multas puestas por el agente.

La crisis ha degenerado en una excesiva valoración que se da a las multas puestas por los agentes, en detrimento de otras actividades propias de la Agrupación de Tráfico, como pueden ser la prevención y el auxilio en carretera.

Y es que si un agente de la Guardia Civil no llega a un mínimo número de multas, le pueden quitar de su sueldo cerca de unos 200 euros mensuales, si es un agente de la escala básica. "Es una competición diabólica porque nadie quiere quedar el último y perder parte del sueldo", aseguran. El problema -explican- es que no hay un tope máximo de denuncias y multas, por lo que quedarse el último no significa haber multado poco, sino menos que el resto. Lo que se fomenta con esto es que "sales a la calle buscando una presa".

"Muchos de ellos son trabajadores que tienen que pagar una hipoteca", justifica el portavoz de los guardias civiles. Esta situación ha dado lugar a que muchos agentes de Tráfico quieran pasar a otras especialidades para no sufrir ese estrés. Se han creado incluso, una especie de 'bolsas solidarias' a las que llaman 'cajas de resistencia' a las que todos contribuyen con una aportación económica mensual para ayudar a los compañeros que ese mes no cobren el complemento y así puedan tener un desahogo.

Saben que el próximo mes… le puede tocar a cualquiera. En los últimos tiempos, en Madrid ha abandonado la Unidad el 30% de la plantilla.

En una década (entre 2003 y 2013) se ha producido un incremento del 60% en el número de multas, al tiempo que se ha reducido el parque móvil en España. Hay menos vehículos y más denuncias. ¿Acaso se conduce peor ahora que hace diez años?

Si a esto le añadimos que los Presupuestos Generales del Estado para este año contemplan, por los recortes, una reducción de 4.500 menos policías y guardias civiles para el Estado español, y que la media de edad de nuestros policías y guardias civiles superan los 50 años, el panorama no pinta muy bien, y nos encontramos por ejemplo, que en la Academia de Ávila, “se ha pasado de formar y de entrenar a 4.000 o 5.000 agentes de nuevo ingreso cada año a apenas formar unos 150 agentes este año”.

Así que, cuando en carretera, algún agente de la Guardia Civil le ponga una multa, no se enfade con él, está defendiendo su puesto de trabajo. Sea amable, pague la multa y cuando lo esté haciendo, piense en el lema de la Guardia Civil: “al Rey, … la hacienda y la vida se ha de dar, pero el Honor es patrimonio del Alma, y el Alma… solo es de Dios”


P.D. La Hemetérica es la expresión que utiliza el humorista Chiquito de la Calzada para referirse a la Benemérita, a la Guardia Civil.