Así se recaudaba el dinero de las saunas con la participación de Begoña Gómez: máquinas para contar billetes y una caja fuerte

Tal y como publica este sábado el diario EL DEBATE, Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, participaba en la contabilidad de la red de prostíbulos que operaban camuflados como saunas y que figuraban a nombre de su padre, Sabiniano Gómez, según varios trabajadores de los locales. El Debate publica hoy en exclusiva nuevos detalles sobre cómo se gestionaban los ingresos de los burdeles. En concreto, tras acumular las ganancias de todos los locales, el suegro del presidente, junto a su hija, contaba los billetes con una máquina y posteriormente los guardaban en una caja fuerte escondida detrás de un cuadro. «Nunca he visto tanto dinero junto», afirma una de las personas que fue testigo de la escena en más de una ocasión.

Según el periodista Alejandro Entrambasaguas del diario EL DEBATE, durante al menos dos décadas, la recaudación de las saunas comenzaba siempre a las cinco de la madrugada. A esa hora, el padre de la mujer de Sánchez era recogido en el domicilio familiar de Majadahonda por su chófer a bordo de un Jaguar y emprendía una ruta fija por todos los prostíbulos de la red. Local a local, iba recogiendo el dinero que había generado la prostitución durante las últimas 24 horas. Aunque los locales se encontraban repartidos por varias provincias —Toledo, Segovia, Lugo o Zaragoza, entre otras—, la mayor parte de los ingresos provenían de Madrid. Allí, uno de los primeros puntos de la ruta era el club de alterne Castellana 180, frente a una de las arterias principales de la capital. Después seguía hacia el establecimiento de la calle Pensamiento y más tarde el de Orense.

El recorrido continuaba por locales emblemáticos de la red como la sauna Princesa o la sauna Azul. Ambos negocios, tal y como desveló este periódico en exclusiva, figuraron en expedientes de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) a raíz de una denuncia de la Policía Municipal de Madrid, que en 2009 y 2010 advirtió la existencia de cámaras ocultas en su interior. El procedimiento terminó archivado sin que se llegara a practicar inspección alguna, bajo la presidencia del socialista Artemi Rallo, que poco después fue recompensado con un escaño en el Congreso y más tarde en el Senado con Sánchez al frente de la secretaría general del PSOE.

La ruta culminaba en la sauna Adán, situada en la calle San Bernardo, en pleno centro de la capital. Allí, en el primer piso del edificio, Sabiniano Gómez y su hermano, Francisco Enrique Gómez, tío de la esposa del presidente, tenían instalado un despacho desde el que dirigían el día a día del entramado. Fue en ese lugar donde varios trabajadores recuerdan haber visto en más de una ocasión a Begoña Gómez, ya en la década de los noventa, cuando comenzaba a ayudar a su padre. Su papel consistía en supervisar las cuentas y colaborar en la contabilidad de los locales, según los testimonios que ha recabado este periódico.

«Lo primero que hacían era contar los billetes. Lo hacían varias veces y para ello usaban una máquina de conteo automática», recuerda un trabajador. Los fajos se ordenaban sobre la mesa del despacho y después se introducían en una caja fuerte oculta detrás de un cuadro colgado frente al escritorio de Sabiniano Gómez. «Nunca he visto tanto dinero junto», repite uno de los testigos, que asegura haber presenciado la escena en varias ocasiones. Aquella dinámica era la rutina diaria de quienes manejaban la recaudación de los burdeles familiares.

Hoy, la relación del presidente del Gobierno con los negocios de su suegro se ha convertido en un asunto de primer orden en el debate político. En una de sus intervenciones en el Congreso, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, llegó a preguntar directamente a Sánchez: «¿Qué va a decir usted, que se ha beneficiado del título lucrativo del negocio de la prostitución?». Sus palabras provocaron un aluvión de reacciones y, desde entonces, las informaciones periodísticas sobre estos negocios se han multiplicado en la prensa siendo las exclusivas de El Debate las que más impacto han tenido.

Estas investigaciones arrojan luz sobre episodios políticos paralelos que muestran hasta qué punto estos negocios opacos marcaron la trayectoria de Sánchez. En 2016, el ministro Óscar López, titular de Transformación Digital y de la Función Pública, se reunió con el comisario José Manuel Villarejo para recabar información sensible sobre los prostíbulos de Sabiniano Gómez. En aquel momento, López estaba enfrentado con Sánchez y su objetivo era que la prensa publicara la vinculación del entonces aspirante a la secretaría general del PSOE con las actividades de prostitución de su suegro con el fin de impedir que alcanzara el liderazgo del partido. Finalmente, esa estrategia fracasó y Sánchez se hizo con el control del PSOE.

Todos estos detalles están recogidos en el libro La Sagrada Familia de Alejandro Entrambasaguas. En sus 500 páginas, el libro pone al descubierto con documentación inédita cómo lo público y lo privado se entrelazan en el entorno más íntimo de Sánchez. Con un estilo directo y fundamentado, esta obra se ha consolidado como una de las investigaciones más demoledoras sobre la arquitectura de privilegios que sostiene al presidente del Gobierno.