REDACCION | Miércoles 09 de julio de 2025
La portavoz de Podemos en el Congreso, Ione Belarra, empezó reprochando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que «su intervención ha sido aún más decepcionante de lo que esperábamos» porque evidencia que «no han aprendido nada de lo que ha pasado en España con respecto a la corrupción».
Belarra no sólo se ha referido al «dreamteam de la corrupción democrática y del feminismo», sino que ha querido ahondar en la brecha que el PSOE mantiene abierta con las mujeres por las actividades de su exministro José Luis Ábalos y su asesor Koldo García, relacionadas con la prostitución, que quedaron reflejadas en las grabaciones del último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
«Escuchando los audios he entendido mucho mejor eso que decía usted de que algunos de sus amigos de 40 y 50 años se sentían incómodos con los discursos y políticas de Irene Montero. Normal presidente, es que sus amigos eran unos puteros. Ha sido repugnante, lo digo de corazón».La portavoz morada ha dicho «entender muchísimo mejor por qué ustedes estaban tan preocupados al decir que las feministas habíamos ido demasiado lejos, al cuestionar los derechos de las personas trans y de llamar ruido al avance en derechos».
Y le ha afeado que «no es consciente de que cómo nos sentimos las mujeres cuando escuchamos los audios entre Koldo y Ábalos» eligiendo mujeres para mantener relaciones sexuales de pago. «El mismo machismo repugnante de siempre de hombres con poder que se piensan que las mujeres son suyas y que son objetos a su servicio», ha dicho provocando la ovación de su bancada. «Presidente, las fotografías de las primarias en las que usted recorre España de la mano de Koldo, Ábalos y de Cerdán, le van a perseguir toda la vida. Le van a perseguir toda la vida».
Belarra ha dado a entender que este PSOE es una continuación del PSOE de los 90: «Este PSOE se parece demasiado al viejo PSOE de siempre. El de los ERE de Andalucía, el de Filesa, Urralburu y el de Roldán. El mismo PSOE que se piensa, en cuanto toca poder, que el dinero público es suyo, que las instituciones son suyas y que pueden hacer con ellas lo que quieran».
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