La Feria Intercultural de Guadalajara ha alcanzado un nuevo hito en su cuarta edición, con más de 9.500 asistentes, según la Concejalía de Bienestar Social y Migraciones. Este evento, que reunió a diversas asociaciones, destacó por su programación colaborativa y una notable participación en actividades como talleres de elaboración de pasta y masterclass de percusión. Además, se presentó la nueva asociación Boliguada Todos Juntos con un vibrante baile tradicional. La feria también ofreció ponencias sobre prevención de la discriminación y talleres culturales, resaltando el folclore local con exhibiciones de trajes típicos y danzas tradicionales. Para más información, visita el enlace.
La Concejalía de Bienestar Social y Migraciones ha presentado un balance muy positivo de la cuarta edición de la Feria Intercultural, un evento que ha congregado a más de un centenar de personas de diversas asociaciones. “La programación ha sido fruto del esfuerzo conjunto de todos los colectivos implicados y ha tenido una acogida excepcional por parte de los vecinos”, afirmó Eva Henche, concejala del área.
Henche destacó el notable incremento en el número de visitantes respecto a la edición anterior, superando los 9.500 asistentes. “Hemos notado una participación mucho mayor en actividades como los talleres de elaboración de pasta o las masterclass de percusión”, añadió. La feria también fue el escenario para la presentación de la nueva asociación boliviana Boliguada Todos Juntos, que deleitó al público con un colorido baile tradicional.
La edil subrayó además el valor formativo del evento, que incluyó ponencias sobre prevención de la discriminación, así como talleres de lengua quechua y tambores. Estos espacios no solo fomentaron el aprendizaje, sino que también promovieron el entendimiento entre diferentes culturas.
No faltaron las exhibiciones del folclore local, donde se presentaron trajes típicos y bailes tradicionales alcarreños, poniendo en valor las raíces culturales de Guadalajara. Este enfoque integral hizo que la feria no solo fuera un punto de encuentro entre culturas, sino también una celebración vibrante del patrimonio local.