CASTILLA-LA MANCHA

Sumisión y pleitesía de Page a Sánchez : Sus ocho diputados de Castilla La Mancha votarán la investidura con bilduetarras, separatistas, independentistas y Puigdemont

REDACCION | Miércoles 23 de agosto de 2023
Page ya no engaña a nadie. Como le recuerdan desde las páginas del diario EL DEBATE, Page suele presentarse como la voz discordante en el PSOE respecto a los pactos de su líder, Pedro Sánchez, con los partidos separatistas, independentistas , bilduetarras y los del prófugo Puigdemont.

Eso sí, de boquilla. Porque sus palabras, el rechazo que expresa cada vez que se le cuestiona acerca de alguna posible y luego consumada cesión de Sánchez ante el independentismo, NO CASAN luego con sus actos o los hechos de los diputados socialistas de Castilla-La Mancha.

Ninguno de los NUEVE DIPUTADOS del PSOE de Castilla-La Mancha, dirigido por Page, su secretario general, VOTARON EN CONTRA, por ejemplo, de la derogación del delito de sedición, acompañada de la rebaja de las penas por malversación; a pesar del rechazo "retórico" del presidente castellanomanchego, «muy contrario» a dicho acuerdo entre el PSOE y ERC. «No es tolerable pactar con los delincuentes su condena», llegó a decir al respecto.

Así se pronunció Page a finales de 2022, cuando se consumó esta cesión de Sánchez al separatismo catalán, y a las puertas de un año electoral en el que el PSOE ha estado a punto de perder la mayoría absoluta en Castilla-La Mancha en las autonómicas del pasado mes de mayo y ha cedido la victoria al PP en las recientes elecciones generales perdiendo en Castilla La Mancha.

El PSOE ha perdido un escaño respecto al resultado que logró en noviembre de 2019 en Castilla-La Mancha, pasando de nueve a ocho diputados, a los que el presidente del PP regional, Paco Núñez, aludió el pasado jueves al hilo de las declaraciones de García-Page sobre, en esta ocasión, el posible papel de Junts, el partido de Carlos Puigdemont, a lo largo de una hipotética legislatura con Pedro Sánchez de nuevo al frente del Gobierno.

Desde Pamplona, donde asistió al pleno de investidura de María Chivite como presidenta de Navarra, Emiliano García-Page señaló que «Puigdemont, que es el que tiene el mando a distancia de la legislatura, y desde fuera de España, no puede tener sometido a libertad condicional al Gobierno de España y mucho menos puede ser el que decida». Además, sostuvo que «autodeterminación, se diga en gallego, en vasco, en catalán o en español, no puede haber».

A estas afirmaciones respondía Paco Núñez a través de su perfil en Twitter: «Las pilas del mando a distancia las tienen los diputados socialistas de Castilla-La Mancha, y con su voto pueden hacer que los botones del mando dejen de funcionar. En la investidura tendrán otra oportunidad para pasar de las palabras a los hechos».

Sin embargo, Page guarda SILENCIO ante el reto que le ha lanzado el dirigente popular, en otro intento desde las filas del PP por convencer a los barones del PSOE críticos, pero COBARDES (y celosos de asegurarse el jornalillo de su poltrona), con Sánchez, en particular a los l castellanomanchegos, de que SEAN CONSECUENTES con sus críticas; esto es, que las palabras se traduzcan en hechos, EN VOTOS, lo que supondría una implosión dentro del PSOE y un giro de guion en el panorama político tan potentes como improbables.

En esta misma línea de digo una cosa a los medios de comunicación nacional pero luego sigo al dedillo los dictados de Sánchez, la semana pasada Page ofreció una entrevista en Castilla-La Mancha Media en la que ha lamentado que la gobernación de España «dependa de un prófugo de la justicia, de algo que realmente puede decidir en el Estado sin renunciar a acabar con el Estado, es triste en términos generales”.

Page analizaba con su característico estilo de tertulia de barra de bar el incierto panorama postelectoral en el que ni el candidato ganador de las elecciones, Alberto Núñez Feijóo, ni el presidente en funciones, Pedro Sánchez, tienen clara la posibilidad de formar gobierno, porque todo depende de la decisión del líder de Junts, Carles Puigdemont.

"La legislatura está condenada a empezar al filo de la navaja, in extremis. El resultado ha sido diabólico”. decía compungido Page.

El presidente castellano-manchego ha asegurado «detestar todos los extremos» y ha advertido que, de haber investidura, sería la «más vertiginosa y montaña rusa» de las que ha vivido. Pese a ello, considera que «se impondrá la lógica de que no haya unas segundas elecciones».

“La legislatura está condenada a empezar al filo de la navaja, in extremis. El resultado ha sido diabólico”.

Page siempre ha jugado a criticar a Pedro Sánchez, en especial los pactos con Bildu y con los separatistas catalanes pero al final se pliega a todo lo que le ordena su jefe. Y si bien en lo electoral la jugada le ha salido bien, esta vez no fue así.

Al barón socialista le han llovido las críticas por su marcada hipocresía al criticar esto pactos pero nunca actuar. Le han recordado que el PSOE es un partido federal, por lo cual, los diputados podrían votar a favor del candidato popular Feijóo.

Por su parte, el vicesecretario de Organización del PP, Miguel Tellado, le atizó al recordarle que tanto él como el resto del PSOE lo pueden evitar. “Señor García-Page, usted y su partido pueden evitarlo. Sólo depende de ustedes que gobierne el partido que ganó la elecciones. Solo depende de ustedes que Puigdemont y Otegui no tengan ninguna influencia en el próximo Gobierno de España”.

Y es que Page, ya, ya no engaña a nadie.

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