DEPORTES

Nuestros árbitros de fútbol

Tirando a dar

Enrique Largacha

Miércoles 22 de octubre de 2014
Partiendo de la base de que el árbitro de fútbol es la máxima autoridad en el ámbito de una confrontación deportiva entre dos equipos, encargado de aplicar el reglamento y dar constancia de lo sucedido en el mismo y conociendo como conocemos todos que el fútbol es uno de los deportes en donde más jugadas polémicas se producen, queremos hoy analizar al colectivo alcarreño de árbitros de fútbol, debido a las muchísimas quejas que se producen una semana sí y otra también.


Debemos empezar por decir que debido a la absoluta y preocupante falta de vocaciones se ha convertido en vergonzosa la captación en Guadalajara de árbitros de fútbol y mucho más vergonzosa, si cabe, sus evaluaciones siempre positivas. Valen absolutamente todos, menores, mayores, preparados físicamente o no…
Hasta donde conocemos se realizan cursos de formación en los que se trata de que los aspirantes conozcan, entiendan y sepan aplicar el reglamento de fútbol, cosa que en la mayoría de casos no se produce ni por asomo, sin que por ello los aspirantes dejen de conseguir el aprobado general.

En muchos casos (no hay más que ver la redacción de las actas), su preparación general es escasa, no habiendo superado, o habiéndolo hecho con muchas dificultades, la Enseñanza Secundaria Obligatoria, con lo que ello supone de precariedad manifiesta a la hora de discernir en acciones o situaciones que se producen en el transcurso de un encuentro.

Sin embargo y con la fuerza que les da la presunción de certeza en la apreciación de las faltas referentes a la disciplina deportiva y con sus escasísimos conocimientos del Reglamento, se lanzan a la aventura de dirigir un partido de fútbol, dándose la circunstancia, actualmente, que ¡niños! sin ninguna experiencia, actúan como jueces de línea en partidos de Regional Preferente o Primera Autonómica, donde son muchas las ilusiones, el trabajo y el dinero que se juegan equipos, jugadores, directivos y aficionados que merecen un mayor esfuerzo por parte del estamento arbitral, obligado a conocer de primera mano los desmanes que se producen semana tras semana en los campos de nuestra geografía local y provincial y en velar por el prestigio del colectivo.

Cómo será la falta de vocación y de colegiados en activo que ha habido que repescar en Guadalajara a algunos árbitros ya retirados por edad, hace un buen puñado de años, como es el caso de los España Magro, Gil y Gil, Matey Vicioso o el ínclito Juan Mari Rodríguez Moreno, abuelo en ejercicio.

Dejados a un lado los niños, los abuelos y los que no tienen gran preparación, nos topamos de bruces con otra parte de colectivo, mejor preparados pero convencidos de que el mundo y lo que les rodea está contra ellos y se lanzan a la aventura de dirigir los partidos con una chulería y una prepotencia que sobrepasan la delgada línea de lo que se considera políticamente correcto, en un flagrante abuso de autoridad, que va en detrimento de jugadores y directivos de clubes, grandes perjudicados.

Al frente de todo ello y desde la lejanía (allá en Cuenca o desde su lugar de residencia, en Ciudad Real) nos encontramos con Fermín Sánchez Molina, presidente del Comité Técnico de Árbitros, que ni viene por Guadalajara, ni se le espera. Más valdría que se mirasen al ombligo de vez en cuando y reconociesen sus errores, que son muchos, y comiencen por poner las medidas oportunas para que el colectivo esté más y mejor preparado, para que se realicen cursos de formación y reciclaje y especialmente clinic y reuniones para unificar criterios.

Y no debe olvidarse que los clubes, los directivos y los jugadores están, al menos en categorías inferiores y de base, por amor al deporte, mientras que los colegiados en su afán recaudador giran recibos cuantiosos en su deseo… por ayudar y promocionar al deporte (¿?). Por poner un caso en Preferente se cobran 378 Euros. ◆

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