Revista de Prensa.- La Crónica de El Mundo
Habla el “hombre para todo” de José María Ruiz Mateos
Miércoles 22 de octubre de 2014
Victor de la Cruz fue durante 20 años un hombre de confianza de Jose María Ruiz Mateos. El antiguo chófer del creador de Rumasa afirma que espió a banqueros, que trató de robar un sumario del Supremo, y que defraudó a Hacienda, entre otros servicios prestados al magnate gaditano. “El jefe me pedía que siguiera al presidente de un banco y que le hiciera fotos con su querida…así me convertía en paparazzi”, recuerda De la Cruz en su conversación de El Mundo. SIGUE
La escena arranca en el aseo de caballeros de un bar de Bravo Murillo (Madrid). José María Ruiz Mateos se trinchera junto a su chófer, Victor de la Cruz, en un de los cubículos. Primero, se calza los leotardos de Supermán, luego unas botas que acaba de prestarle Angel Cristo…Hasta que el conductor se ve incapaz de contener la risotada ante la imagen del patrón “marcando paquetillo”.
¿De qué te ríes Victor?
Perdone jefe, es que esto es un poco ridículo…
Mira, cuando me acuerdo de lo que me hicieron, se me quita la vergüenza. No lo olvides: ¡la indignación puede con el pudor!
Dos décadas después, Victor de la Cruz repite la sentencia de Ruiz Mateos, mientras mordisquea un sándwich mixto. La indignación de sentirse traicionado por el hombre al que dedicó su juventud ha podido con el pudor de airear sus secretos. Y, eso que, en media vida a sus órdenes, De la Cruz cumplió encargos más osados que disfrazarse de superhéroe : también se coló en el Tribunal Supremo para robar el sumario de Rumasa, birló el botafumeiro de la catedral de Santiago de Compostela, espió a banqueros para pillarles con sus amantes…
Ahora a sus 50 años, Victor se ha quedado atrapado en el panal de Nueva Rumasa, como miles de inversores. Enfermo de hígado, pringado en tres causas judiciales, hace más de un año que ingresó su última nómina. Le despidieron sin indemnización y tampoco cobra el paro, puesto que jamás le dieron de alta en la Seguridad Social.
De ahí, que se atreva a desafiar la omertá del empresario a quien tanto admiró : “Me cuesta mucho contarte todo esto…Para mí, es como si te enteras que tu padre es pederasta”.
¿Qué es lo que más le ha sorprendido de Ruiz Mateos?
Que es un auténtico traidor. Es una persona con una imagen católica, apostólica y romana, pero de mentira, porque es capaz de estafar a la propia Iglesia.
¿Ruiz Mateos, cree en Dios?
No, mentira, El único dios en el que cree es una máquina de contar billetes. Si no, nadie entendería lo que ha hecho…
Por 100.000 pesetas al mes, se convirtió en empleado del “abominable hombre de las nueve”, como apodaban al jerezano por sus airados telefonazos matutinos.
“De repente, el jefe te pedía que siguieras al presidente de un banco importante durante todo el día para hacerle fotos con su querida, y de golpe, te convertías en paparazzi”.
¿Y luego?
Ibas a la oficina del banquero, le dejabas el taco de fotos y ya. Al día siguiente, le llamaba el jefe (imita su voz) “Jo, jo, jo, la fábrica tal, tiene dos cargas de dos hipotecas, jaaaaarl….esta otra tiene tal carga, jaaaar… Graciaaaaas que Dios te lo pague, eres grande…”
Otro día, le encargó que robara el botafumeiro ¿no?
Fue antes de una visita de Felipe González por el Xacobeo. Nos colamos en la catedral de Santiago y fichamos los movimientos del botafumeiro. Un dia, después de la última misa, lo cogimos, pero estaba ardiendo y pesaba una barbaridad… Lo escondimos en un trastero, pero lo detectaron por el humo.
También le pidió que robara el sumario de Rumasa del Supremo…
Si, colamos una persona el viernes y le íbamos guiando desde fuera con un walkie. Pero pillaron al tipo, le hicieron seguir el juego y el lunes nos estaba esperando…
Y fueron a la cárcel.
Los otros dos, Sí. Yo me libré por los pelos. Por ese encargo Ruiz Mateos se declaró “padre adoptivo” mío. Y mira ahora…
“Con esta familia, los útimos que se enteran de lo que ocurre son los que firman los papeles”, denuncia.
“Durante años, el jefe vivió en una habitación del hotel Cuzco. La entrada estaba llena de prostitutas africanas. Pues alguna de ellas ha acabado de consejera o administradora de empresas de la familia”.
Tenemos una deuda moral contigo y haremos todo lo posible para ayudarte. Fue el último engaño del jerezano. Días después, un amigo de la familia, le ofreció un trabajo de guarda nocturno en una fábrica semiabandonada. El sueldo era una miseria, y aún asi, le sisaron una parte. Tal fue su decepción que le chófer renunció a su voto de silencio. Aunque se guarda artillería en la guantera por si van a por él.
Siendo su chófer, le habrá escuchado conversaciones fuertes…
Muchas, muchas, pero esas no te las voy a contar…
Pero sí que sabes todos sus secretos ¿no?
He oído cosas tremendas. Pero he sido leal durante 22 años y se lo voy a demostrar. Espero que no me tiren de la lengua…
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