OPINIÓN

Los versos sueltos de Natalia: “La Luz que solamente ves tú”

Lunes 03 de junio de 2019

El viento golpeaba rabiosamente la ventana que se doblegaba pareciendo de papel.

Las gotas de lluvia que alcanzaban su cara se convertían al rozarla en lágrimas de un ángel del cielo.

Con una mano las secaba, con la otra mecía incansablemente la cuna procurando silenciar su llanto que se perdía ahogándose en la tormenta caprichosa y tropical.

Lo tomó en sus brazos.

Olía a bebé de verdad, sin colonias ni ropa recién planchada.

Olía a trocito de cielo sin nubes que lo oscurecieran.

Olía a pedacito de mar sin olas furiosas que alterasen su paz.

A cachito de tierra, yerma, incorrupta.

Lo abrazó más fuerte y supo que no necesitaba nada más.

Pero un grito desgarrado, una llamada de auxilio llegó a su alma.

Se fue obligándose a no mirar atrás.

Caminó tras ese lamento. Una luz que sólo ella veía la guiaba hacía el lugar donde infinidad de almas esperaban para ser mecidas, donde infinidad de corazones aguardaban consuelo.

Ana caminaba tras esa luz cargando en su pequeña mochila todas las penas del universo. Luchando contra gigantescos molinos movidos por el viento de la maldad.

Meciendo con sus delicadas manos la inmensa cuna del mundo para arrullándolo silenciar su desgarrador llanto.

Natalia Sanchidrián Sainz


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