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El 'efecto Casado' da impulso al bipartidismo al reforzar a PSOE y PP mientras Podemos se queda estancado

REDACCION | Domingo 29 de julio de 2018
La llegada de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno, gracias a una inesperada y exitosa moción de censura, y la irrupción de Pablo Casado en las primarias del PP y su claro triunfo frente Soraya Sáenz de Santamaría -la heredera natural de Mariano Rajoy- para liderar la formación conservadora han sacudido de forma contundente el mapa electoral español, en el que el centroderecha de Albert Rivera llegó a ser protagonista y favorito en los sondeos hace solo unas semanas.

Los nuevos liderazgos en los dos 'viejos partidos', con un Sánchez dispuesto a aferrarse al poder hasta 2020 y comprometido con las políticas sociales para recuperar el electorado perdido y un Casado ligado al discurso tradicional de los 'populares', que ha devuelto la ilusión a muchos votantes conservadores, han reforzado a ambas formaciones, que se colocan ya por delante de Ciudadanos y Podemos en las preferencias de los electores.

Este vuelco en la intención de voto queda patente en la Encuesta Henneo/Metroscopia, realizada entre los días 16 y 25 de julio, dos meses después de la moción de censura de Sánchez y en paralelo a la elección de Casado como presidente de PP -21 de julio-, que refleja que PSOE y PP serían la fuerzas más votadas si se celebrasen elecciones de forma inmediata.

Así, según el sondeo, los socialistas lograrían un 26,6% de los votos -3,9 puntos más que en las elecciones celebradas hace dos años-, mientras los 'populares', que serían la segunda formación más votada, obtendrían un 24,4% de los apoyos, nueve puntos menos que en 2016. Por su parte, Ciudadanos, muy reforzado con respecto a las pasadas generales, tendría el 20,1% de los votos, siete puntos más que hace dos años, pero lejos de los resultados que apuntaban sondeos no demasiado lejanos.

Unidos Podemos, con un 16,1% de los votos, perdería cinco puntos con respecto a los anteriores comicios generales y se distanciaría más de diez puntos del PSOE, su principal rival electoral.

La fidelidad de votante de Ciudadanos llega al 57% y los cambios en los grandes partidos han comenzado a pasarle factura, ya que en mayo la fidelidad rondaba el 65% y los indecisos eran el 20% frente al 30% actual. Mientras, en Podemos, solo la mitad de sus votantes repetiría su voto, un porcentaje similar al de noviembre de 2017, coincidiendo con la aplicación de artículo 155 y poco antes de las elecciones catalanes.

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