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Un 25% de los votantes de Ciudadanos cambiaría su voto en unas terceras elecciones

Según la encuesta de NC Report para La Razón, la formación de Rivera perdería 700.000 votantes

Domingo 07 de agosto de 2016
La posibilidad de tener que celebrar las terceras elecciones generales en menos de un año no parece entusiasmar, más bien todo lo contrario, a los españoles. Sólo un 55,3 por ciento está dispuesto a volver a votar, 14 puntos menos que el 69,84% que acudió a las urnas el 26-J, cuando la abstención se situó en un 30,16%, mientras que en estos momentos un 39,9 por ciento de los españoles reconoce abiertamente que no iría a votar.

Así se desprende de la última encuesta de NC Report para LA RAZÓN –realizada esta misma semana, cuando la dirección del PSOE ha vuelto a ratificar públicamente su «no» a Rajoy en la investidura–, según la cual uno de cada diez españoles (un 11,4 por ciento) admite que cambiaría su voto en el supuesto de unas terceras generales.

La encuesta también señala a los que serían los principales damnificados en caso de una nueva cita con las urnas ante la incapacidad de la clase política para desbloquear el colapso institucional. Si finalmente no hubiese más remedio que recurrir a unas terceras generales, uno de cada cuatro votantes de Ciudadanos cambiaría el sentido de su voto, por lo que la formación que lidera Albert Rivera sufriría la mayor fuga de papeletas de los cuatro grandes partidos. El PSOE de Pedro Sánchez sería el siguiente en la lista de perjudicados, pues el 16,7 por ciento de quienes respaldaron las listas socialistas admiten ahora que cambiarían el rumbo de su elección.

Por contra, la mayor fidelidad entre los votantes se da en el PP, que retendría al 86 por ciento de su electorado, pues únicamente un 9,2 por ciento, según los datos de la encuesta, está decidido a alterar su voto.

En general, el 79 por ciento de los encuestados asegura que está decidido a repetir su voto del 26-J, mientras un 11,4 por ciento sí tiene intención de cambiar la elección de papeleta y otro 9,6% no lo tiene decidido aún o prefiere dar la callada por respuesta. Por edades, son los mayores de 65 años los que más claro lo tienen, pues un 81,7 por ciento no alterería su postura, aunque paradójicamente (por el menor porcentaje de indecisos entre sus filas) también lideran el apartado de quienes sí votarían distinto (un 12,8 por ciento).

Entre los más jóvenes (de 18 a 29 años de edad), el 74,1% se muestra dispuesto a repetir su elección, mientras sólo un 9,4% prevé alterar la dirección de su voto (dado que otro 16,5 por ciento no lo tiene decidido o no quiere pronunciarse).

Por partidos, el PP es el que menos motivos tiene para inquietarse, pues el 86,5% de quienes le dieron su confianza el 26-J lo volverían a hacer y únicamente un 9,2% no elegiría esta vez su papeleta. Sí sufriría un serio varapalo, según los datos de la encuesta, Ciudadanos, que sólo retendría al 67,8% de su electorado, mientras otro 25,3% ya tiene decidido cambiar de opción política.

Según la encuesta de NC Report publicada por este periódico el pasado 26 de julio, la formación de Rivera perdería 700.000 votantes, la mayoría rumbo a la abstención (12,1%) y al PP (9,5 por ciento).

El PSOE de Pedro Sánchez es, tras Ciudadanos, el partido que más fugas sufriría, pues un 16,7% de su electorado del 26-J tiene decidido cambiar de opción política. Por contra, el 76,5% de sus votantes seguiría siendo fiel a la candidatura socialista. Algo por encima se situaría Unidos Podemos, con un 79,2% de sufragios de las pasadas elecciones asegurado, aunque perdería otro 15,7% por el camino.

Entre el electorado de los distintos partidos es el del PP el que más dispuesto se muestra a volver a votar (88,6%) en caso de que se celebren unos nuevos comicios, seguido por los votantes de Unidos Podemos (85,1 por ciento), Ciudadanos (80,1%) y, por último, el PSOE (77,7%). Y es que el 15,6 por ciento de quienes apoyaron a Pedro Sánchez en las anteriores elecciones reconocena ahora que se decantarían por la abstención, muy lejos del 7,3% de votantes del PP o del 9,6 por ciento de los de Unidos Podemos.

Pero si hay una cifra que expresa con rotundidad el hartazgo de los españoles ante unas nuevas elecciones es la de ese 39,9 por ciento que piensa abstenerse en caso de que la amenaza de otras generales se haga realidad. Un dato que dispararía la abstención casi diez puntos respecto al 26-J, cuando se situó en el 30,16, muy similar al 30,33 por ciento que se registró el 20-D de 2015.



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